31 de mayo de 2022

 AERÓDROMO DE MONTROSE:

En escocia.

El Primer aeródromo militar de operaciones de Gran Bretaña se creó en 1913. Desde los primeros días de la aviación militar y en las dos guerras mundiales, el aeródromo de Montrose ha jugado un papel vital en la formación de pilotos de la Royal Flying Corps y el Royal Air Force.  

La formación de pilotos era una ocupación peligrosa y muchos perdieron sus vidas y están enterrados en los cementerios de Montrose. No es de extrañar, pues, que sea el lugar más embrujado de Gran Bretaña. En él ha habido muchos avistamientos inexplicables de apariciones vestidas con los uniformes de pilotos y aviones fantasma.

Uno en particular es el del teniente Arthur Desmond, cuya prematura muerte en 1913, le convirtió en el primer fantasma de Montrose. Obtuvo su certificado Real Aero Club en junio de 1912 y fue asesinado en mayo de 1913, cuando el biplano BE2 estaba volando sobre Montrose en Escocia. Todo apuntaba a que fue un accidente de vuelo, pero años más tarde se comprobó que no fue así.

El ala rota y doblada lanzó el biplano poco a poco en una serie de sacudidas convulsivas. Los giros incontrolables desabrocharon al piloto del cinturón de seguridad y su cuerpo fue a estrellarse a gran velocidad contra el duro suelo, ya que en 1913 no se usaban paracaídas.

El Comité de Investigación de Accidentes encontró que el ala se había derrumbado a causa de una reparación defectuosa llevada a cabo sobre el terreno por un desconocido. El incidente y la muerte del teniente Arthur Desmond a ojos de todo el mundo había sido una negligencia suya mientras volaba.

Una tarde del otoño de 1916, el Mayor Cyril Foggin vio a un oficial vestido con el traje, casco de cuero y gafas de piloto caminando delante de él, hacia la puerta del barracón. Cuando el comandante llegó a la puerta, que estaba cerrada entró y vio que el otro oficial no estaba allí. Era imposible que hubiera podido salir del camino principal sin darse cuenta. Foggin después trató de razonar la aparición pensando que quizás lo que vio fue debido a la fatiga visual o la imaginación, pero sabía que había visto a alguien … que había desaparecido de una manera que ningún ser humano podía hacer.

Algunos días más tarde, Foggin volvió a ver al piloto misterioso de nuevo caminando hacia el barracón y desaparecer al llegar a la puerta. Esta vez estaba totalmente seguro de haberlo visto desaparecer, pero claro, si contaba esto podía costarle su puesto alegando ser víctimas de un colapso nervioso o alucinación. Por lo tanto, no le dijo a nadie lo que había visto, y lo que vio una tercera y una cuarta vez …  

La aparición del teniente Arthur Desmond dejó de verse un año más tarde en 1917 cuando salió a la luz el expediente en el que se exoneraba a Desmond de cualquier culpabilidad en el accidente y se atribuía éste a la reparación defectuosa del ala de su biplano BE2.

El 27 de mayo de 1963, cincuenta años después de la muerte de Arthur, Sir Peter Massfield vio en pleno vuelo, cómo se acercaba un bimotor de principios de siglo, con un pálido piloto, vestido acorde, y pensó que era un aficionado a los aviones antiguos. Para su sorpresa, el avión se desplomó. Massfield aterrizó en un campo de golf cercano para pedir ayuda. Cuando acudió al lugar junto con algunos golfistas, el avión accidentado y su piloto, habían desaparecido.

El aeródromo ha sido desde su creación una fuente de avistamientos paranormales y sonidos durante casi un siglo. Convertido hoy en un museo trae de cabeza a los voluntarios del mismo intentando obtener una explicación racional a tan extraños fenómenos.

Una de las atracciones en el museo es una recreación de una habitación de 1940 en la que se ha podido escuchar en una vieja radio Pye de entonces antiguas emisiones de la segunda guerra mundial sin que ésta estuviera conectada a la red. Numerosos testimonios aseguran haber escuchado la música de Glenn Miller seguida de los discursos de Winston ChurchillUn visitante del museo estaba en los baños al lado de la habitación cuando escuchó la radio, al comentárselo a los voluntarios le dijeron que era imposible ya que no estaba enchufada todavía. Entre los testigos fiables que han escuchado la radio están Bob Sutherland, miembro del consejo del museo y su tesorero.

Los visitantes han informado también de extrañas “energías” en torno a la pista de aterrizaje, pisadas fantasmales, puertas que se abren y cierran, el sonido de los motores de los aviones, figuras sombrías entrando y saliendo de las habitaciones e incluso el avistamiento de un piloto en pleno vuelo de la primera guerra mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario