13 de mayo de 2022

 LA CASA FRIAS:

Zona de Frías, el Escobonal, parte alta de Güímar, Comarca de Agache, Tenerife.

Todo comenzó alrededor de 1943, cuando la solitaria y humilde vivienda de una familia de cabreros, formada por el matrimonio, un hijo y siete hijas, empezaron a vivir una serie de fenómenos, que hoy conoceríamos como “Poltergeist”.

Se desataron sin previo aviso y se prolongaron durante varios meses, con el detalle curioso que cuando los padres, decidieron enviar a alguna de sus hijas al pueblo, a casa de algunos familiares, los fenómenos las siguieron a sus nuevos hogares, aunque sin dejar de producirse cada día con mayor fuerza en la propia casa de Frías.

Según contó D. Alejandro (único hijo varón del matrimonio) cuando contaba con 75 años, el pensaba que todo aquello vino por un vecino que quería quedarse con la casa y sus 300 cabras. Ese hombre y su hermana tenían un libro de magia en su casa y entre los dos hacían cosas así, usándolo contra la familia y contra otros muchos vecinos. Era muy mala gente, y cuando usaban la magia blanca, no era tan malo, pero cuando usaban la negra, entonces aquello era terrible.

Con nosotros empezó un día que estábamos todos juntos, con unos vecinos y a la hora de comer empezaron a caer piedras del cielo, eran piedras de distintos colores, negras, amarillas, blancas, etc. Todas caían al suelo mojadas, como si les acabasen de escupir, antes de lanzarlas. Caían desde todas partes a la vez, algunas sobre nosotros, sobre el tejado, los animales, etc.

A partir de ese día, pasaban cosas a todas horas, aunque eran más fuertes a mediodía y por la noche. Muchas veces estábamos sentados a la mesa, a punto de comer, cuando, de repente, saltaban todos los platos y la comida por los aires, chocando contra las paredes y el techo, para luego caer al suelo.  

Avisamos al dueño de la finca para que viniera a ayudarnos, ya no podíamos más. Cuando llego y le contamos todo, se rió mucho y dijo que esa noche se quedaría él solo en la casa para demostrarnos que no había nada raro. Al poco rato, se acercó hasta unos barriletes de 15 litros que teníamos para guardar el vino, entonces le saltaron algunos barriletes a la cabeza y otros salieron corriendo tras él hasta bastante lejos de la casa. Desde lejos nos gritó que aquella casa estaba embrujada y que llamaría al cura del pueblo para que viniese.

Vino primero el cura del pueblo, y luego otro del Obispado de La Laguna, y ambos salieron corriendo y gritando que aquello era cosa del diablo y que no querían saber nada.

En aquellos momentos ya, la maquina de coser funcionaba sola, a algunas de las chicas, algo invisible les golpeaba y, caían al suelo inertes como en estado de catalepsia. Los perros y las cabras no se acercaban a la casa por temor, llegando a salir en estampida sin motivo aparente, huyendo de los alrededores de la casa.

Un día llegó hasta la casa un espiritista, parece ser que era cubano, al que alguien avisó de lo que allí pasaba. Pidió permiso para realizar algunos rituales y ante la desesperación de la familia aceptaron su ayuda. Les dijo que tenía que poner algunas cosas alrededor de la casa, puso unos cables hasta una pequeña fuente cercana, enterrando los extremos en distintos lugares de la casa. Luego se fue encerrando en cada habitación de la casa, pidiendo que mientras él estuviese dentro, nadie, oyeran lo que oyeran, entrase en dicha habitación. Fueron muchos días los que el cubano, estuvo trabajando dentro de la casa.

Actualmente el estado de la casa de Frías es de total abandono. Parte del techo ha caído, al igual que alguna pared lateral.  

 LA CASA FRIAS:

Zona de Frías, el Escobonal, parte alta de Güímar, Comarca de Agache, Tenerife.

Todo comenzó alrededor de 1943, cuando la solitaria y humilde vivienda de una familia de cabreros, formada por el matrimonio, un hijo y siete hijas, empezaron a vivir una serie de fenómenos, que hoy conoceríamos como “Poltergeist”.

Se desataron sin previo aviso y se prolongaron durante varios meses, con el detalle curioso que cuando los padres, decidieron enviar a alguna de sus hijas al pueblo, a casa de algunos familiares, los fenómenos las siguieron a sus nuevos hogares, aunque sin dejar de producirse cada día con mayor fuerza en la propia casa de Frías.

Según contó D. Alejandro (único hijo varón del matrimonio) cuando contaba con 75 años, el pensaba que todo aquello vino por un vecino que quería quedarse con la casa y sus 300 cabras. Ese hombre y su hermana tenían un libro de magia en su casa y entre los dos hacían cosas así, usándolo contra la familia y contra otros muchos vecinos. Era muy mala gente, y cuando usaban la magia blanca, no era tan malo, pero cuando usaban la negra, entonces aquello era terrible.

Con nosotros empezó un día que estábamos todos juntos, con unos vecinos y a la hora de comer empezaron a caer piedras del cielo, eran piedras de distintos colores, negras, amarillas, blancas, etc. Todas caían al suelo mojadas, como si les acabasen de escupir, antes de lanzarlas. Caían desde todas partes a la vez, algunas sobre nosotros, sobre el tejado, los animales, etc.

A partir de ese día, pasaban cosas a todas horas, aunque eran más fuertes a mediodía y por la noche. Muchas veces estábamos sentados a la mesa, a punto de comer, cuando, de repente, saltaban todos los platos y la comida por los aires, chocando contra las paredes y el techo, para luego caer al suelo.  

Avisamos al dueño de la finca para que viniera a ayudarnos, ya no podíamos más. Cuando llego y le contamos todo, se rió mucho y dijo que esa noche se quedaría él solo en la casa para demostrarnos que no había nada raro. Al poco rato, se acercó hasta unos barriletes de 15 litros que teníamos para guardar el vino, entonces le saltaron algunos barriletes a la cabeza y otros salieron corriendo tras él hasta bastante lejos de la casa. Desde lejos nos gritó que aquella casa estaba embrujada y que llamaría al cura del pueblo para que viniese.

Vino primero el cura del pueblo, y luego otro del Obispado de La Laguna, y ambos salieron corriendo y gritando que aquello era cosa del diablo y que no querían saber nada.

En aquellos momentos ya, la maquina de coser funcionaba sola, a algunas de las chicas, algo invisible les golpeaba y, caían al suelo inertes como en estado de catalepsia. Los perros y las cabras no se acercaban a la casa por temor, llegando a salir en estampida sin motivo aparente, huyendo de los alrededores de la casa.

Un día llegó hasta la casa un espiritista, parece ser que era cubano, al que alguien avisó de lo que allí pasaba. Pidió permiso para realizar algunos rituales y ante la desesperación de la familia aceptaron su ayuda. Les dijo que tenía que poner algunas cosas alrededor de la casa, puso unos cables hasta una pequeña fuente cercana, enterrando los extremos en distintos lugares de la casa. Luego se fue encerrando en cada habitación de la casa, pidiendo que mientras él estuviese dentro, nadie, oyeran lo que oyeran, entrase en dicha habitación. Fueron muchos días los que el cubano, estuvo trabajando dentro de la casa.

Actualmente el estado de la casa de Frías es de total abandono. Parte del techo ha caído, al igual que alguna pared lateral.  

9 de mayo de 2022

 LA CASA DEL NIÑO:

Paseo de San José, en la zona de Zarate en las Palmas de Gran Canaria.

El edificio fue donado por el Conde de Vega Grande y realizado por Miguel Martin Fernández de la Torre, creándose con el objetivo de “Auxilio Social” para los huérfanos de la Guerra Civil. Se empezó en 1938 y se inauguró en 1944.

El edificio fue declarado bien de interés cultural en el 2017. En la actualidad dicho edificio se deteriora, ya que las administraciones que lo gestiona no se han puesto de acuerdo para darle un uso durante muchos años, debido a las carencias sociales. Dicha Casa cierra sus puertas en 1991 puesto que no reunía las condiciones adecuadas debido a las inundaciones continúas que sufría.

Hay casos de de suicidio infantil y maltrato por parte de las monjas que llevaban el centro. No son pocos los que afirman que se sienten tristes cuando cruzan sus muros, incluso sienten ganas de llorar. Todos les tenían miedo a don José Martel, el párroco de de la Ermita de San José, daba clases de catequesis, de formación espiritual, una vez le despegó la oreja a un niño al levantarlo en peso por ella, se subía la sotana y pegaba puñetazos y patadas a los niños como si fueran mayores, de noche se metían en los camastros y no se levantaban ni para ir al baño porque se oían siempre ruidos, llantos, quejas, gritos, gemidos, daba mucho miedo estar allí .

Pablo Ruiz, un vigilante de seguridad recuerda los sucesos que presenció mientras recorría sus pasillos, desde movimientos a sombras o silueta negras que pasaban de un lado para otro. Los de seguridad empezaron a trabajar con perros que revisaran el lugar, pero el perro se sentía temeroso y nervioso al llegar a ciertas zonas como la cocina o el pasillo de la parte trasera de los vestuarios, era como si viera algo delante de el que lo dejaba inmóvil.

Una de las apariciones es el de una mujer delgada, de pelo oscuro y camisón blanco, que sube a la azotea de la torre y se precipita al tejado de la iglesia que hay debajo. Cada noche a las 3 de la mañana un llanto estremecedor surgía de una de las habitaciones y se extendía por todos los pasillos, era el sonido de niños pequeños como pidiendo ayuda.

Debido a todo esto el personal llegó a pedir el traslado e incluso bajas medica, estando en manos de psicólogos durante 4 o 5 meses.

Gente que ha estado en el lugar cuentan que lo peor fue subir a la torre, parecía que teníamos 50 kilos de peso sobre la espalda, sin oxígeno, y con la sensación de estar siendo seguidos por más gente. "Una cosa que nos ha llamado la atención es que en el edificio, que está totalmente abierto, no tiene ventanas, pero no corre absolutamente nada de aire. No hay corriente".



 LA CASA DEL NIÑO:

Paseo de San José, en la zona de Zarate en las Palmas de Gran Canaria.

El edificio fue donado por el Conde de Vega Grande y realizado por Miguel Martin Fernández de la Torre, creándose con el objetivo de “Auxilio Social” para los huérfanos de la Guerra Civil. Se empezó en 1938 y se inauguró en 1944.

El edificio fue declarado bien de interés cultural en el 2017. En la actualidad dicho edificio se deteriora, ya que las administraciones que lo gestiona no se han puesto de acuerdo para darle un uso durante muchos años, debido a las carencias sociales. Dicha Casa cierra sus puertas en 1991 puesto que no reunía las condiciones adecuadas debido a las inundaciones continúas que sufría.

Hay casos de de suicidio infantil y maltrato por parte de las monjas que llevaban el centro. No son pocos los que afirman que se sienten tristes cuando cruzan sus muros, incluso sienten ganas de llorar. Todos les tenían miedo a don José Martel, el párroco de de la Ermita de San José, daba clases de catequesis, de formación espiritual, una vez le despegó la oreja a un niño al levantarlo en peso por ella, se subía la sotana y pegaba puñetazos y patadas a los niños como si fueran mayores, de noche se metían en los camastros y no se levantaban ni para ir al baño porque se oían siempre ruidos, llantos, quejas, gritos, gemidos, daba mucho miedo estar allí .

Pablo Ruiz, un vigilante de seguridad recuerda los sucesos que presenció mientras recorría sus pasillos, desde movimientos a sombras o silueta negras que pasaban de un lado para otro. Los de seguridad empezaron a trabajar con perros que revisaran el lugar, pero el perro se sentía temeroso y nervioso al llegar a ciertas zonas como la cocina o el pasillo de la parte trasera de los vestuarios, era como si viera algo delante de el que lo dejaba inmóvil.

Una de las apariciones es el de una mujer delgada, de pelo oscuro y camisón blanco, que sube a la azotea de la torre y se precipita al tejado de la iglesia que hay debajo. Cada noche a las 3 de la mañana un llanto estremecedor surgía de una de las habitaciones y se extendía por todos los pasillos, era el sonido de niños pequeños como pidiendo ayuda.

Debido a todo esto el personal llegó a pedir el traslado e incluso bajas medica, estando en manos de psicólogos durante 4 o 5 meses.

Gente que ha estado en el lugar cuentan que lo peor fue subir a la torre, parecía que teníamos 50 kilos de peso sobre la espalda, sin oxígeno, y con la sensación de estar siendo seguidos por más gente. "Una cosa que nos ha llamado la atención es que en el edificio, que está totalmente abierto, no tiene ventanas, pero no corre absolutamente nada de aire. No hay corriente".



6 de mayo de 2022

 CASA DE LOS MIEDOS:

Conocido como casas de Aguilar, municipio de Santa María de Guía, cerca del pueblo de Santa Inés, Gran Canaria.

Según las historias que cuentan en este vecindario, muchas familias han pasado por estas pequeñas cuatro paredes y todas han abandonado la casa al año de estar viviendo en ella.

Los vecinos narran las historias de las familias que en su interior han estado, que escuchaban el ruido tenebroso de cadenas en el interior de la casa, goteras que caían del techo, pero que al revisar la casa no se encontraba rastro alguno de humedad, fuertes golpes en las paredes desde el exterior.  

Una noche tranquila, a los inquilinos los despierta un gran jaleo, ruidos fuertes y voces que despiertan a toda la familia. El padre de familia, ya cansado de escuchar esos berridos y sonidos extraños, decide ir a investigar. Cuando sale de la casa, descubre que los ruidos provienen del gallinero, inmediatamente no lo duda y corre hacia este, pensando que le estaban robando sus preciadas gallinas. Cuando llega se queda perplejo, porque en el gallinero de donde provenían esos ruidos, que parecían que estuvieran torturando a las gallinas, no había absolutamente nada. Los animales gozaban de un sueño placentero y profundo.

Estos sucesos como otros similares hacían que cada familia que vivía en esa casa, la abandonara al poco tiempo de estar allí. La teoría que se cree que es la más acertada es la que cuenta como una pareja de recién casados, avariciosos por el dinero, deciden timar y robar el dinero a muchas familias de la zona. Otra pareja decide tomarse la justicia por su mano y en esa noche fría y con el ambiente cargado del más puro odio, deciden matar a todo su ganado y gallinas.

La familia extrañada por el alboroto decide ir a defender a sus animales, pero esta acaba igualmente asesinada por sus deudores que querían venganza. Muchas personas aseguran que el espíritu de la familia que fue asesinada, todavía vaga por esas fincas.  

 CASA DE LOS MIEDOS:

Conocido como casas de Aguilar, municipio de Santa María de Guía, cerca del pueblo de Santa Inés, Gran Canaria.

Según las historias que cuentan en este vecindario, muchas familias han pasado por estas pequeñas cuatro paredes y todas han abandonado la casa al año de estar viviendo en ella.

Los vecinos narran las historias de las familias que en su interior han estado, que escuchaban el ruido tenebroso de cadenas en el interior de la casa, goteras que caían del techo, pero que al revisar la casa no se encontraba rastro alguno de humedad, fuertes golpes en las paredes desde el exterior.  

Una noche tranquila, a los inquilinos los despierta un gran jaleo, ruidos fuertes y voces que despiertan a toda la familia. El padre de familia, ya cansado de escuchar esos berridos y sonidos extraños, decide ir a investigar. Cuando sale de la casa, descubre que los ruidos provienen del gallinero, inmediatamente no lo duda y corre hacia este, pensando que le estaban robando sus preciadas gallinas. Cuando llega se queda perplejo, porque en el gallinero de donde provenían esos ruidos, que parecían que estuvieran torturando a las gallinas, no había absolutamente nada. Los animales gozaban de un sueño placentero y profundo.

Estos sucesos como otros similares hacían que cada familia que vivía en esa casa, la abandonara al poco tiempo de estar allí. La teoría que se cree que es la más acertada es la que cuenta como una pareja de recién casados, avariciosos por el dinero, deciden timar y robar el dinero a muchas familias de la zona. Otra pareja decide tomarse la justicia por su mano y en esa noche fría y con el ambiente cargado del más puro odio, deciden matar a todo su ganado y gallinas.

La familia extrañada por el alboroto decide ir a defender a sus animales, pero esta acaba igualmente asesinada por sus deudores que querían venganza. Muchas personas aseguran que el espíritu de la familia que fue asesinada, todavía vaga por esas fincas.  

5 de mayo de 2022

 BARRANCO DE BADAJOZ:

El Barranco de Badajoz o Chamoco, es un barranco o cañón situado en la isla de Tenerife en Canarias, enmarcado dentro del término municipal de Güímar en el sureste de la isla.

El barranco de Badajoz es uno de los grandes puntos de peregrinación ufológica no solo de España, sino del mundo. Si bien no existen muchas pruebas científicas que prueben esto, la cantidad de testimonios hacen que ya no sea una especulación, sino que algo debe suceder en realidad.

Ovnis, seres blancos, teleplastia, cánticos extraños y luces muy raras, son sólo algunas de las historias que casi todos los tinerfeños conocen.

En 1912 dos trabajadores de las galerías de agua de Izaña, estaban trabajando como cada día cuando la pared que estaban excavando se les vino abajo de repente, dejando al descubierto una galería hasta entonces desconocida. Fue en ese preciso instante cuando lo imposible se presentó ante ellos.

Tres seres luminosos, se acercaban poco a poco a ellos como si levitasen sobre el suelo. Los dos trabajadores salieron huyendo para dar parte de lo que vieron a la Guardia Civil. Horas más tarde volvieron al lugar de los hechos, donde la galería descubierta estaba en completa oscuridad, sin ninguna presencia ni rastro alguno.

En el año 2005, tres amigos llevaron a cabo una expedición que recogieron con todo detalle en un cuaderno de campo. En él relataban que mientras descendían por el sendero, todos tenían la sensación de que algo revoloteaba sobre sus cabezas, y de hecho en muchas ocasiones agachaban a la vez las cabezas por miedo a que algo chocase contra ellas. Casi en un acto reflejo, el destacado fotógrafo Teyo Bermejo, aún sin ver nada comenzó a disparar su cámara.

Al revelarla se puede observar una especie de ser alado. Alumbraban una y otra vez al cielo para poder iluminar lo que supuestamente volaba por encima de ellos, al cabo de unos minutos, a aquellos misteriosos aleteos se sumaron los llantos de un niño y unos graznidos profundos y extraños que llegaron a asustar a los excursionistas.

Existe multitud de testigos que afirman haber vivido una experiencia similar. Pero la historia más sorprendente es la que ha sido llamada la de “La niña de las peras”. Todo ocurrió en el año 1905, unos padres mandaron al barranco a su hija para que recogiera fruta para el postre. Inesperadamente la niña desapareció, sumiendo en un gran revuelo a todo el municipio. Se rastreó el lugar durante varios días, pero no hallaron rastro alguno de la pequeña. Era como si se la hubiese tragado la tierra.

30 años más tarde, la niña volvía a casa como si tan sólo hubiese estado fuera unos minutos. Mientras sus padres habían acusado el paso del tiempo, la niña aparecía con la misma edad y aspecto con el que desapareció, tres décadas atrás.  La niña contaría más tarde, que mientras que recogía las peras, vio a un ser muy alto vestido de blanco que llamó su atención. Sin temor alguno, acompañó a este hasta el interior de una cueva y una vez allí descendieron por una escalera hasta una especie de jardín, en el que había más seres de blanco como al que siguió. La niña charló con aquellos seres durante unos instantes, hasta que el primero la llevó de regreso hasta el lugar en donde había estado cogiendo las peras.

Hay muchos investigadores que formulan la hipótesis de que los nazis pudieron estar en el Barranco de Badajoz. Para ello se basan por un lado en que se sabe con certeza que los nazis estuvieron en el Archipiélago y por otro el hallazgo el 28 de julio de 1991 en el Barranco de Badajoz, de una empuñadura o embellecedor  de una daga, que nos muestra un ser alado.

Hay 7 minas para la extracción de agua situadas en el Barranco, Acaymo es conocida también como la  “Cueva negra”, con una longitud de 1.975 metros. El Almagre con 2.900 metros de longitud.  Chamoco es la galería más escondida y la más larga, tiene 4.086 metros de longitud. Aceviño con 2.275 metros cuenta con edificaciones en su entrada que sirvieron de alojamiento a los mineros y almacén de máquinas y herramientas. Nuestra señora del Socorro con 1.879 metros de galería. El  Cañizo de 1.815 metros es la mina más corta del Barranco. Izaña la más antigua ya que las excavaciones comenzaron en 1912. Se ignora la longitud de esta mina.

Hay un rostro en el relieve de la montaña que se define con una nitidez sorprendente, puede verse en la parte baja del Barranco de Badajoz, en la pared S.O. Se encuentra justo encima de la mina Acaymo y es conocido como la Cara del Niño.
 

Misteriosos seres alados, nieblas de «comportamiento» extraño y que aparecen en días soleados, ruidos de origen desconocido, gente que se ha sentido «zarandeada» por fuerzas desconocidas, comportamiento errático de cámaras fotográficas. Otros testigos aseguran haber escuchado una voz desagradable surgiendo de las entrañas del Barranco pero también de melodías muy similares a cantos gregorianos, perfectamente audibles. El avistamiento de esferas de luz parece también algo común, que sobrevuelan las paredes de la montaña y que desprenden una luminosidad espectacular.



 BARRANCO DE BADAJOZ:

El Barranco de Badajoz o Chamoco, es un barranco o cañón situado en la isla de Tenerife en Canarias, enmarcado dentro del término municipal de Güímar en el sureste de la isla.

El barranco de Badajoz es uno de los grandes puntos de peregrinación ufológica no solo de España, sino del mundo. Si bien no existen muchas pruebas científicas que prueben esto, la cantidad de testimonios hacen que ya no sea una especulación, sino que algo debe suceder en realidad.

Ovnis, seres blancos, teleplastia, cánticos extraños y luces muy raras, son sólo algunas de las historias que casi todos los tinerfeños conocen.

En 1912 dos trabajadores de las galerías de agua de Izaña, estaban trabajando como cada día cuando la pared que estaban excavando se les vino abajo de repente, dejando al descubierto una galería hasta entonces desconocida. Fue en ese preciso instante cuando lo imposible se presentó ante ellos.

Tres seres luminosos, se acercaban poco a poco a ellos como si levitasen sobre el suelo. Los dos trabajadores salieron huyendo para dar parte de lo que vieron a la Guardia Civil. Horas más tarde volvieron al lugar de los hechos, donde la galería descubierta estaba en completa oscuridad, sin ninguna presencia ni rastro alguno.

En el año 2005, tres amigos llevaron a cabo una expedición que recogieron con todo detalle en un cuaderno de campo. En él relataban que mientras descendían por el sendero, todos tenían la sensación de que algo revoloteaba sobre sus cabezas, y de hecho en muchas ocasiones agachaban a la vez las cabezas por miedo a que algo chocase contra ellas. Casi en un acto reflejo, el destacado fotógrafo Teyo Bermejo, aún sin ver nada comenzó a disparar su cámara.

Al revelarla se puede observar una especie de ser alado. Alumbraban una y otra vez al cielo para poder iluminar lo que supuestamente volaba por encima de ellos, al cabo de unos minutos, a aquellos misteriosos aleteos se sumaron los llantos de un niño y unos graznidos profundos y extraños que llegaron a asustar a los excursionistas.

Existe multitud de testigos que afirman haber vivido una experiencia similar. Pero la historia más sorprendente es la que ha sido llamada la de “La niña de las peras”. Todo ocurrió en el año 1905, unos padres mandaron al barranco a su hija para que recogiera fruta para el postre. Inesperadamente la niña desapareció, sumiendo en un gran revuelo a todo el municipio. Se rastreó el lugar durante varios días, pero no hallaron rastro alguno de la pequeña. Era como si se la hubiese tragado la tierra.

30 años más tarde, la niña volvía a casa como si tan sólo hubiese estado fuera unos minutos. Mientras sus padres habían acusado el paso del tiempo, la niña aparecía con la misma edad y aspecto con el que desapareció, tres décadas atrás.  La niña contaría más tarde, que mientras que recogía las peras, vio a un ser muy alto vestido de blanco que llamó su atención. Sin temor alguno, acompañó a este hasta el interior de una cueva y una vez allí descendieron por una escalera hasta una especie de jardín, en el que había más seres de blanco como al que siguió. La niña charló con aquellos seres durante unos instantes, hasta que el primero la llevó de regreso hasta el lugar en donde había estado cogiendo las peras.

Hay muchos investigadores que formulan la hipótesis de que los nazis pudieron estar en el Barranco de Badajoz. Para ello se basan por un lado en que se sabe con certeza que los nazis estuvieron en el Archipiélago y por otro el hallazgo el 28 de julio de 1991 en el Barranco de Badajoz, de una empuñadura o embellecedor  de una daga, que nos muestra un ser alado.

Hay 7 minas para la extracción de agua situadas en el Barranco, Acaymo es conocida también como la  “Cueva negra”, con una longitud de 1.975 metros. El Almagre con 2.900 metros de longitud.  Chamoco es la galería más escondida y la más larga, tiene 4.086 metros de longitud. Aceviño con 2.275 metros cuenta con edificaciones en su entrada que sirvieron de alojamiento a los mineros y almacén de máquinas y herramientas. Nuestra señora del Socorro con 1.879 metros de galería. El  Cañizo de 1.815 metros es la mina más corta del Barranco. Izaña la más antigua ya que las excavaciones comenzaron en 1912. Se ignora la longitud de esta mina.

Hay un rostro en el relieve de la montaña que se define con una nitidez sorprendente, puede verse en la parte baja del Barranco de Badajoz, en la pared S.O. Se encuentra justo encima de la mina Acaymo y es conocido como la Cara del Niño.  

Misteriosos seres alados, nieblas de «comportamiento» extraño y que aparecen en días soleados, ruidos de origen desconocido, gente que se ha sentido «zarandeada» por fuerzas desconocidas, comportamiento errático de cámaras fotográficas. Otros testigos aseguran haber escuchado una voz desagradable surgiendo de las entrañas del Barranco pero también de melodías muy similares a cantos gregorianos, perfectamente audibles. El avistamiento de esferas de luz parece también algo común, que sobrevuelan las paredes de la montaña y que desprenden una luminosidad espectacular.



 CASA FUSET (CASA FRANCO):

Monte El Moquinal, la laguna, Tenerife.

Esta gran vivienda recibe varios nombres: Casa del Pánico, Casa Fuset (antiguo dueño), Casa de Franco (se dice que se llegó a hospedar en ella) y Casa de los disparos.

Los terrenos en donde se ubica la casa, ubicada en una zona boscosa y difícilmente accesible situada en el macizo de Anaga, perteneció a Benito Pérez Armas, conocido político, periodista y literato canario, el cual se casó en 1914 con Elena González de Mesa cuya familia era propietaria de las tierras de los alrededores de la casa desde el siglo XVIII. Tras la muerte de Pérez Armas, el lugar pasó a Lorenzo Martínez Fuset de origen andaluz, el cual vivió en Santa Cruz de Tenerife desde 1921 a 1922.

En 1927, Fuset se casó con la hija de Benito Pérez Armas. La casa sería construida en los años 40. El edificio estuvo habitado hasta los años 80, tras lo cual fue abandonado y permanece desde entonces en estado ruinoso.

En 1991 en la zona en donde se ubica la Casa Fuset se escondió el asesino Dámaso Rodríguez Martín (apodado" El Brujo") durante su fuga de la prisión Tenerife II. Este criminal murió, pegándose un tiro durante la persecución policial de la que fue objeto, si bien no en la Casa Fuset como se piensa.

Famosa también por otros motivos más misteriosos, de manera paralela se sitúan en la Casa Fuset y en los alrededores de ésta, detonaciones de arma corta que surgen de la nada, pasos dados por “presencias” invisibles e incluso apariciones, descripciones que se han venido a sumar a la creencia popular de que en ese lugar se cometieron asesinatos durante la dictadura.




 CASA FUSET (CASA FRANCO):

Monte El Moquinal, la laguna, Tenerife.

Esta gran vivienda recibe varios nombres: Casa del Pánico, Casa Fuset (antiguo dueño), Casa de Franco (se dice que se llegó a hospedar en ella) y Casa de los disparos.

Los terrenos en donde se ubica la casa, ubicada en una zona boscosa y difícilmente accesible situada en el macizo de Anaga, perteneció a Benito Pérez Armas, conocido político, periodista y literato canario, el cual se casó en 1914 con Elena González de Mesa cuya familia era propietaria de las tierras de los alrededores de la casa desde el siglo XVIII. Tras la muerte de Pérez Armas, el lugar pasó a Lorenzo Martínez Fuset de origen andaluz, el cual vivió en Santa Cruz de Tenerife desde 1921 a 1922.

En 1927, Fuset se casó con la hija de Benito Pérez Armas. La casa sería construida en los años 40. El edificio estuvo habitado hasta los años 80, tras lo cual fue abandonado y permanece desde entonces en estado ruinoso.

En 1991 en la zona en donde se ubica la Casa Fuset se escondió el asesino Dámaso Rodríguez Martín (apodado" El Brujo") durante su fuga de la prisión Tenerife II. Este criminal murió, pegándose un tiro durante la persecución policial de la que fue objeto, si bien no en la Casa Fuset como se piensa.

Famosa también por otros motivos más misteriosos, de manera paralela se sitúan en la Casa Fuset y en los alrededores de ésta, detonaciones de arma corta que surgen de la nada, pasos dados por “presencias” invisibles e incluso apariciones, descripciones que se han venido a sumar a la creencia popular de que en ese lugar se cometieron asesinatos durante la dictadura.