CASTILLO DE BORTHWICK:

North Middleton, Gorebridge, Escocia, Reino Unido.

El castillo fue construido en el año 1430 por el 1º Lord Borthwick, miembro del Parlamento y la Cámara de los Pares de Escocia, Sir William Borthwick. A día de hoy es un hotel de 11 habitaciones, además de un popular lugar para la celebración de bodas.

En dos ocasiones el Castillo fue visitado por la reina de Escocia, María Estuardo. La primera vez fue en 1563 y luego en 1567.

Durante la segunda visita de la Reina, el castillo fue asediado por sus enemigos, pero María logró salir del interior disfrazada con un vestido del servicio.

En 1650, el Castillo fue sitiado por el ejército de Oliver Cromwell y se rindió rápidamente, después de los primeros disparos de cañón. Habiendo llegado a un acuerdo con Cromwell, el dueño del castillo, con su esposa y su hijo, abandonaron el lugar. Posteriormente el castillo quedó abandonado por varias décadas.

En 1813, incluso creció un árbol en el gran salón, destruyendo la chimenea principal. La familia de Borthwick volvió al castillo y repararon el gran salón, así como la chimenea, en el año 1903. En 1973, el castillo fue alquilado y se transformó en un acogedor hotel que sigue funcionando a día de hoy.

Una tradición en el castillo era conocida como el «Salto del Prisionero» . Los presos en Borthwick supuestamente serían libres si podían saltar del techo de una torre a la otra, tendrían las manos atadas a la espalda. Aparentemente, nadie logró este objetivo aparentemente imposible, en  su lugar caían a su muerte a unos 90 pies de altura.

Existe una habitación llamada la Habitación Roja y al parecer sus paredes se encuentran impregnadas del dolor del que un día fueron testigos. Relatos de los visitantes que han pernoctado en la habitación, coinciden al contar la misma historia una y otra vez de que han visto la misma escalofriante visión en ese cuarto.

Una joven embarazada con traje medieval, que era retenida por dos mujeres de aspecto bastante siniestro. Estas mujeres agarraban a la joven para que un hombre con una espada le abriera el abdomen, dejándola allí en sus últimos segundos de vida, agonizando entre su propia sangre.

La historia es real, e incluso se conoce el nombre de la desdichada: Anna Grant. Se trataba de una de las sirvientas del castillo, que se embarazó de un joven lord del castillo. En aquella época esto se consideraba un escándalo y poco antes de que el niño naciera, el propio lord decidió acabar con la vida de la mujer. Otra leyenda, de tiempo posterior, habla del tesorero de la familia Borthwick, quien ocupaba esta sala. En los muros de piedra, están los agujeros de sus supuestas cajas fuertes. El tesorero guardaba algunos de sus tesoros familiares en esos agujeros, pero la familia Borthwick decidió deshacerse de ellos. Se dice que, una noche, cuando el tesorero regresaba de Edimburgo, le interceptaron y le quemaron.

Hay quienes afirman que el fantasma del tesorero quemado sigue vagando por las escaleras de piedra del castillo. Se dice que incluso que los huéspedes más valientes estando en el Gran Salón, sienten a menudo la presencia invisible de alguien. Decenas de visitantes han afirmado sentirse observados en algunas habitaciones del castillo, dicen sentir una abrupta bajada de temperatura e incluso se han llegado a escuchar lamentos, golpes y arañazos procedentes de una habitación que lleva años vacía.

Esta situación incluso forzó a los anfitriones del castillo a invitar específicamente a un sacerdote de Edimburgo para expulsar a estos «espíritus malignos». que suenan en algunas noches del año y que pone los pelos de punta.