23 de agosto de 2021

 SANATORIO BEELITZ-HEILSTATTEN:

Str. nach Fichtenwalde 6, Beelitz, cerca de Postdam, suroeste de Berlín. Alemania.

En el interior de un denso bosque de pinos fue construido en 1898, este complejo hospitalario de unos sesenta edificios y que se distribuye sobre unas doscientas hectáreas. El complejo contaba con edificios separados para diversos usos y especialidades. Enfermedades contagiosas, rehabilitación, crónicos, etc. junto a los edificios para el personal y la administración. Incluso contaba con su propia planta de generación eléctrica, un salón de actos y capilla.












Durante la primera y la segunda guerra mundial, se convirtió en hospital de guerra llegando a albergar, entre 1914 y 1915, hasta 17500 convalecientes. Uno de ellos fue Adolf Hitler, que pasó allí una temporada en 1916 para recuperarse de las heridas que sufrió durante la batalla de la Somme.  

Tras la partición de Alemania, en 1945, el complejo estuvo a cargo de la U.R.S.S, y así siguió hasta el año 1995. Durante todos estos años, el complejo fue el mayor hospital militar ruso fuera de sus tierras.

Cuando los rusos se marcharon, solo algunos de los edificios fueron rehabilitados y son usados en nuestros días. Algunos como museos, otros todavía con fines médicos y de rehabilitación. Pero la mayor parte del complejo permanece en total abandono, sin ninguna previsión de uso por el momento.

En 1989 la zona fue asolada por los crímenes del psicópata Wolfgang Schmidtmás conocido como el «monstruo de Beelitz». Se sabe que en el hospital cometió alguna violación necrofílica, esto es, abusar sexualmente de una persona cuando ésta ha fallecido, entre 1989 y 1991 mató a 5 mujeres y un bebé.  

Un fotógrafo, Michael K. de 38 años acudía al lugar para fotografiar a sus modelos en la sala de quirófanos. En 2008 y, sin saber las causas, éste estranguló a su modelo en ese preciso habitáculo y después de muerta la violó.

Multitud de psicofonías se han registrado en el lugar, como gemidos de dolor, voces que incitan a la violencia o a que te marches del lugar. Existe una sensación negativa que hace que en muchas dependencias del complejo hospitalario cualquier persona que entre en ellas siente un malestar generalizado que hace que tengas que salir rápidamente del lugar, sobre todo en las salas que sirvieron para recluir a los enfermos psiquiátricos y a los gravemente heridos de guerra.

Además, en varias ocasiones se han encontrado restos de animales que han sido objetos de sacrificios y ritos relacionados con el satanismo, así como ouijas, que únicamente hacen que esa sensación de entidades negativas aumente.

Los fenómenos extraños han sido presenciad incluso por los vigilantes del complejo de Beelitz, donde las voces y pasos escuchadas por éstos han sido recogidas en informes policiales. Tanto vigilantes como investigadores coinciden en que la sala con mayor actividad paranormal es la que dio cabida a los quirófanos, donde según los testigos es el punto donde se recogen supuestos gritos, variaciones bruscas de temperatura y también visiones de misteriosas sombras que no deberían de estar ahí.






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