23 de agosto de 2021

 LA CASA DE LOS AMMONS:

Todo comenzó en noviembre de 2011, cuando la familia Ammons (Latoya de 32 años, su madre Rosa Campbell  y sus tres hijos) se mudaron a una casa de alquiler en Carolina Street, Gary, Indiana, una calle tranquila junto a otras pequeñas casas de un solo piso.

Poco después, comenzaron a suceder extraños incidentes, tales como moscas enormes que de repente irrumpieron en la casa durante todo diciembre, pasos en el sótano y huellas de botas mojadas por el suelo de la sala de estar.

Pero el terror se intensificó el 10 de marzo de 2012, cuando la familia recibió la visita de unos amigos. Por la noche la hija de Latoya empezó a gritar, cuando entraron en la habitación observaron  a la pequeña levitando por encima de la cama. Todos los presentes comenzaron a rezar hasta que la niña volvió a la cama, pero la pequeña no podía recordar nada sobre el incidente. Los amigos que visitaron a la familia Ammons  nunca más volvieron. Pero este incidente solo fue el principio de la pesadilla, ya que los fenómenos se intensificaron.

La familia contactó con videntes y expertos en la materia, quienes le advirtieron sobre la presencia de unos 200 demonios en la casa. Otros expertos le aconsejaron que lavara las manos de los niños con aceite consagrado, que hiciera un altar en el sótano y quemara salvia y azufre en toda la casa, todo un ritual para protegerse de la presencia maligna. A pesar de sus esfuerzos, los demonios continuaron en la casa y cada vez más los niños mostraban signos crecientes de posesión.

Con el paso de los días a los pequeños se les hinchaban los ojos o en ocasiones sonreían como si el mal estuviera en su interior. Ya era asiduo que se sentaran enfrente del armario para hablar con algo que nadie podía ver y en ocasiones fueron golpeados por fuerzas invisibles. Debido a las diversas contusiones de los hijos de Latoya, tuvo que llevarlos a su médico, quien no dudó en visitar el hogar familiar. Durante la visita, el informe médico detalló que el hijo menor fue levantado e impulsado contra la pared sin que nadie lo tocara.

Mientras los doctores estaban con el niño, este empezó a gruñir y sus ojos se pusieron en blanco. Además, el informe médico decía que tanto la psiquiatra como la enfermera afirmaron que el niño de nueve años de edad, “mostraba una “extraña sonrisa” y que luego caminó hacia atrás subiendo por una pared hasta el techo. Luego cayó de pie, cogiendo la mano de su abuela”.

Médicos expertos decidieron ir a la casa de los Ammons para comprobar su estado acompañados por tres policías, entonces comenzó otro infierno. Una de sus grabadoras funcionó mal y la grabadora de audio capturó una voz que parecía susurrar “bueno”, según el informe policial. También hicieron fotografías de toda la casa y cuando estas fueron comprobadas en el estudio fotográfico, parecían mostrar rostros nublados en las imágenes.

El jefe de la policía agregó que, después de salir de la casa, la radio de su coche dejó de funcionar. Pero aún fue más escalofriante el relato de otros de los policías, quien explicó que el asiento del conductor en el coche patrulla comenzó a moverse hacia atrás y hacia adelante por sí solo, pudiendo haber ocasionado un accidente.

Durante una segunda visita a la casa en mayo de 2012 fueron acompañados por un exorcista, el reverendo Michael Maginot. Este tampoco pudo protegerse del mal, ya que mientras se encontraba en el sótano tocó un misterioso líquido que más tarde le provocó dolores en  los dedos y sintió como si estuviera teniendo un ataque de pánico.

Además, sentía como si alguien que no se podía ver estuviera en el sótano, respirándole en el cuello.

Pero los problemas le surgieron días después al exorcista, quien comenzó a experimentar una serie de problemas médicos, desde quemaduras a n huesos rotos misteriosamente.

Después de la visita, el exorcista realizó un exorcismo de liberación a toda la familia Ammons que consistía en oraciones para expulsar a los demonios. Pero no parecía funcionar, así que el exorcista obtuvo la autorización por el obispo Dale Melczeck de la Diócesis de Gary, para llevar a cabo tres exorcismos mucho más poderosos en su iglesia de Merrillville en junio de 2012, con los oficiales de policía presentes. Después del exorcismo, los Ammons se les otorgó una ayuda para trasladarse de casa en Indianápolis, además de recuperar la custodia de sus hijos.  

Significativamente, nunca hubo ninguna información o actividad demoníaca en la casa que no fuera durante la permanencia de la familia Ammons en ella. El propietario, Charles Reed (2014), insiste en que nunca había tenido ningún tipo de problemas antes de que se instalaran.

La aterradora propiedad ya ha sido vendida por 35.000 dólares y su comprador es el conocido cazador de fantasmas “Zack Bagans”, conocido por la aclamada serie Ghost Adventures (Buscadores de fantasmas).

Después de concluir un documental a finales del 2015 la casa fue demolida.



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