2 de septiembre de 2021

 CEMENTERIO BACHELOR´S GROVE:

Es un abandonado y pequeño cementerio en el área metropolitana de Chicago. Se encuentra cerca de Midlothian y Oak Forest, Illinois, en la Reserva Forestal de “Rubio Woods”.

La tierra que rodea el cementerio fue colonizada originalmente por ingleses que se trasladaron al área desde Nueva Inglaterra, alrededor de 1833.
El cementerio se llamó originalmente Cementerio Everden en honor al titular original de la propiedad, Corintha Everden.
Sólo cuenta con unas 20 lápidas, es muy conocido por sus historias encantadas y los avistamientos de fantasmas. La leyenda cuenta que el cementerio debe su nombre a que sólo se enterraban hombres en él, ya que su nombre en español significa "campo del soltero", pero en realidad vino a partir del nombre de una familia de inmigrantes alemanes que se asentó en la década de 1820 en la zona.

El lugar se utilizó como Cementerio por primera vez en 1844, cuando se registró el entierro de Eliza Scott, señora de Leonard H. Los dos últimos entierros se cree que fueron el de Laura M. McGhee en 1965 y Robert E. Shields que fue incinerado y enterrado en la parcela familiar en 1989.

Para 1960, el cementerio ya estaba prácticamente abandonado y la mayoría de las lápidas habían sido robadas, dañadas o derribadas por vándalos. Hubo reportes de violaciones, ataques, y rituales satánicos en él; muchos cuerpos fueron exhumados y transferidos a otros cementerios de la localidad.  

Fue en 1970 cuando la policía de Chicago sorprendió a un grupo de individuos vestidos con túnicas, cargando velas y cometiendo un extraño ritual que involucraba el sacrificio de un animal.

Las primeras historias de actividad fantasmal en el cementerio comenzaron a circular en 1970, todas ellas involucrando esferas de luz azul que parecían flotar entre las tumbas. En diciembre de 1971, una mujer que visitaba el cementerio dijo haber sido atravesada varias veces por una esfera que la siguió hasta abandonar la propiedad.

Más allá de la alambrada trasera del Cementerio, existe un pequeño estanque con gran actividad paranormal. Una noche de finales de 1970, dos oficiales del Condado de Cook patrullaban cerca del estanque cuando vieron aparecer un caballo que emergía de las aguas del estanque. El animal parecía estar tirando de un arado que guiaba el fantasma de un anciano. La visión cruzó por delante del vehículo para luego desaparecer en el bosque.

Los dos oficiales se quedaron durante unos minutos en estado de shock para luego mirarse entre sí y asegurarse de que ambos habían visto lo mismo. Desde entonces no han sido los únicos en ver al caballo y al anciano.

Según cuentan parece que, en la década de 1870, un agricultor estaba arando un campo cercano al Cementerio cuando algo asustó a su caballo. El agricultor cogido por sorpresa, se enredó en las riendas y fue arrastrado por el caballo hasta las turbias aguas del estanque, ahogándose por el peso del caballo y el arado.

Se dice que en el estanque yacen los restos de muchas víctimas de las familias criminales, que eran las mafias italianas que controlaban Chicago, todas ellas ejecutadas entre 1920 y 1930; lo cual se cree es el motivo de la presencia constante de luces espectrales, sombras y voces desencarnadas en ese lugar en particular.

Otra leyenda asociada al estanque es la de un monstruo o espectro de dos cabezas que sale del estanque y cruza el camino junto al cementerio antes de desaparecer en la reserva forestal. El reporte más gráfico habla de una pareja de ancianos que conducían durante la noche. Al pasar cerca del estanque, vieron movimiento en el puente que cruza el río cerca de éste. Al alumbrarlo con los faros de su auto, encontraron a un "hombre de dos cabezas" que caminaba hacia el bosque.

En el año 2003, un hombre encontró a un monstruoso humanoide jorobado en el camino de Bachelor's Grove, el cual tenía una especie de bulto en el cuello.

Incluso la carretera que pasa cerca de Bachelor’s Grove, tiene fama de estar embrujada. En numerosas ocasiones se ha informado de personas que, viajando hacia el oeste por la autopista de peaje, pueden ver las luces traseras de un coche que viaja delante de ellos. De repente se encienden las luces de frenado como si el coche tuviera la intención de parar apartándose de la carretera y parando en el arcén. Cuando el conductor que iba detrás rebasa la posición en la que se supone ha de estar el coche que se ha apartado, en el arcén no hay coche alguno.

Otro extraño suceso que ocurre en esta zona, es el avistamiento desde hace varias décadas, de una casa perteneciente a una granja fantasma. Lo que más veracidad da al caso es que las personas que la han visto no tenían ni idea de que la casa no debería de estar allí en absoluto. La casa ha sido vista tanto de día como de noche. Los testigos la describen como una casa antigua de madera de dos pisos, pintada de blanco, con un columpio y una luz acogedora que arde suavemente en la ventana. Nadie ha intentado nunca poner un pie en el porche de la casa, ya que según te vas acercando a la casa ésta se va haciendo más y más pequeña hasta que finalmente desaparece.

El espíritu más frecuente y famoso data de 1979, es conocido por una gran variedad de nombres entre los que están “La Virgen de Bachelor’s Grove”, “La Dama Blanca” o más cariñosamente como “La Señora Rogers”.

Según la leyenda, es el fantasma de una mujer que fue enterrada en el cementerio junto a la tumba de su hijo/a pequeño. El fantasma se dedica a vagar por el Cementerio en las noches de Luna llena, con un niño envuelto en sus brazos. La aparición parece caminar sin rumbo, sin dirección aparente y completamente ajena a la mirada de las personas que relatan su encuentro.  

En 1998, el diario "The Republican" escribió sobre "varios reportes de una niña que corre entre las tumbas y una mujer de blanco que carga a un bebé, la cual fue vista por varios oficiales de policía".

Como dato curioso, existe una tumba que dice "Hija Infante", que quizás podría estar relacionada tanto con la Dama Blanca como con la niña vista en varias ocasiones. El nombre de Sra. Rogers hace referencia a  Luella Rogers, que está enterrada junto a la tumba de la "Hija Infante".

En 1975, un hombre de Chicago fue a visitar el cementerio para tomar fotografías. Al acercarse al cementerio, su cámara se activó por sí sola y tomó varias fotografías en sucesión rápida. En cada fotografía aparecían extrañas figuras casi humanas, pero hechas de niebla. Pensando que se trataba de un defecto en la cámara, el hombre la envió a Kodak para exigir el regreso de su dinero. Sin embargo, los técnicos le informaron que la cámara funcionaba bien, y que en el rollo de película no había falla alguna.

Según la leyenda, una vez hubo un cuidador oficial del cementerio, él y su familia vivían en una casa modesta en el bosque cercano. Todo iba bien hasta que, una noche, voces del cementerio le dijeron que tomara un hacha y matara a su familia. Como paralizado, completó el espantoso acto. Al finalizar, salió de su trance y se dio cuenta de lo que había hecho y, horrorizado, se ahorcó en un árbol fuera de las puertas del cementerio. Cuando la gente del pueblo descubrió lo que había hecho, incendiaron la casa y quemaron los registros de propiedad, con la esperanza de erradicar todo rastro y recuerdo de lo que había sucedido.  El fantasma aparece en el cementerio, cargando una linterna en una mano y una escopeta en la otra; y les dice a las personas que abandonen la propiedad.

Otra leyenda es de finales de 1980. El primer avistamiento ocurrió cuando dos hombres visitaban el cementerio y se encontraron con un perro negro que corría entre los árboles hasta desvanecerse en el aire.  Se narra varios reportes de encuentros con un canino sobrenatural en el camino de Bachelor's Grove, el cual es descrito como un gran perro negro que protege la entrada del cementerio y se desvanece al ser visto. En junio de 1998, un perro negro fue visto caminando por la entrada que conduce al cementerio. El perro supuestamente comenzó a desvanecerse al atravesar el camino hasta desaparecer antes de llegar al otro lado. El animal es posiblemente un Dóberman, pero de acuerdo con otros testigos, el animal es descrito como un Rottweiler negro y café, que sale corriendo del bosque y persigue a las personas.

El 10 de agosto de 1991, el grupo de investigación paranormal conocido como la Ghost Research Society decidió investigar Bachelor's Grove y tomar fotografías para ver si lograban capturar en imagen a uno de los fantasmas que pululan por la zona. Lo que encontraron fue sorprendente. Mari Huff, miembro del equipo, se encontraba tomando fotografías en blanco y negro donde el grupo había experimentado perturbaciones en el equipo electrónico que llevaban. Cabe mencionar que el cementerio se hallaba cerrado al público y las únicas personas presentes eran los miembros del GRS y autoridades del parque forestal.

En una fotografía se puede apreciar a una mujer triste y solitaria sentada en una tumba. El detalle más sorprendente, es que su cuerpo es claramente transparente y lleva un vestido antiguo.

En 2006, Ken Melvoin-Berg un psíquico de Chicago junto a un periodista del “Chicago Tribune”, entraron al viejo Cementerio. Poco después de llegar, Ken escuchó la voz de un niño llorando, al acercarse al pequeño éste le dijo que había perdido algo. Instantes después Ken comprendió que el niño se refería a que había perdido el dinero. Ken salió del Cementerio para dirigirse al estanque, se metió en el agua, metió las manos en el lodo, de allí sacó una moneda de medio dólar de 1942. Exactamente donde el niño fantasma le dijo que la perdió.

En este cementerio tampoco faltan historias de asesinatos, suicidios o accidentes. Un hombre viajaba con la cabeza fuera de la ventana del automóvil mientras conducía rápido y la rama de un árbol que colgaba bajo le cortó la cabeza, otra decapitación ocurrió cuando alguien anónimo tendió cables entre los árboles y luego persiguió a los visitantes, lo que provocó que a uno le cortaran la cabeza con uno de los cables.

También hay constancia de los ahogamientos de niños en el estanque de la cantera, seguramente por personas que desconocían los peligros de nadar en este estanque. 

El cuerpo asesinado de Audrey Ellis fue encontrado por un buscador de hongos en el bosque en 1966. Se descubrió que la joven,  que iba de camino a una entrevista de trabajo solo llevaba un brazalete de oro y un collar de tréboles. Fue una de las tres jóvenes encontradas asesinadas en las reservas forestales ese año, y su asesinato sigue sin resolverse. 

 En 1989, un camionero local desempleado, Martin Myers, mientras esperaba juicio por asesinato en primer grado, ya que golpeo a un hombre con su camioneta provocando su muerte, fue encontrado muerto frente a la entrada del cementerio. Su novia le disparó en la cabeza después de que él la golpeara y le apuntara con una pistola.  

Otra historia de 1988, es sobre un hombre llamado John Ber, un solitario que había sido expulsado de la casa de su familia por robar. Ber se había instalado en una granja abandonada propiedad de su padre. Una noche, una pareja de adolescentes estaban paseando por la zona y vieron a Ber en el porche de la antigua casa. Con la esperanza de comprarle un poco de cerveza, dejó el auto y se acercó a la casa. Después de unas palabras, los dos entraron mientras la chica esperaba. Después de unos minutos, Ber salió y le indicó a la chica que entrara. En el interior, descubrió que Ber había apuñalado y degollado a su amigo. Luego Ber apuñaló a la chica varias veces.  

Al día siguiente, algunos amigos de la pareja muerta prendieron fuego a la casa. Fueron exonerados de todos los cargos. En el juicio, Ber no ofreció ningún motivo racional para los asesinatos, afirmando que se le había aparecido “un enorme demonio rojo” y le había dicho que matara.  





 EL ÁLAMO

Texas.

A principios de 1500, toda la tierra que más tarde formaría el gran estado de Texas pertenecía a España. Con la llegada de los españoles apareció también “el cristianismo”.

Durante finales de 1690, los frailes franciscanos fueron reclutados para ayudar a colonizar el territorio de Texas en nombre del Rey de España.

En 1718, un grupo de monjes construyeron una pequeña capilla en un campo de algodón en San Antonio De Valero. La iglesia fue llamada “el Álamo”. En 1739, una epidemia de viruela asola la misión y alrededores.

A pesar de la falta de apoyo de la Iglesia y el Estado, en los siguientes 50 años, el Álamo se convirtió en una fortaleza. Esta barrera sirve como protección para los 275 hombres, mujeres y niños que viven allí para refugiarse de los continuos ataques indígenas. En diciembre de 1802, una compañía completa de soldados españoles fue destinada al Álamo, con la esperanza de que una mayor presencia militar podría disuadir cualquier idea que los franceses o los Estados Unidos pudieran tener para los territorios de Texas.

Durante 16 años los indios bravos, mestizos y criollos lucharon y murieron por su libertad hasta que España renunció a su dominio sobre México en 1821.

Aparece la figura de Santa Anna, que controlaba el poder del ejército mexicano con mano de hierro, y se hizo cargo del gobierno en abril de 1834. Su primer acto oficial fue para proclamarse el legítimo emperador de México. La negativa de las colonias estadounidenses de disolver sus milicias y sus repetidas peticiones de auto gobierno sólo sirvió para encender la ira de Santa Anna.

Sam Huston y John Austin, el presidente de las colonias Texanas, se rebeló para luchar por su libertad. Sin esperanza de una solución pacífica a la vista, Austin publica un llamamiento a las armas el 19 de septiembre de 1835. En poco tiempo el cañón de Santa Anna comenzó la tarea de reducir las paredes de la misión en nada más que montones de polvo y escombros. El 3 de marzo de 1836, se estima que los mexicanos habían lanzado más de 200 proyectiles en el Álamo.

Durante los primeros 12 días del asedio, Santa Anna bombardeó el Álamo de día y de noche en un intento por romper el espíritu de lucha de los Texanos. Continuó sin parar hasta la noche del 5 de marzo. A las 5 am. del domingo 6 de marzo, el Ejército mexicano inició el primero de los tres asaltos sobre el Álamo. El ejército mexicano se reagrupó y se precipitó sobre el Álamo por segunda vez. Este ataque fue rechazado también con un número de pérdidas asombrosas.

Sin desanimarse, Santa Anna reagrupó de nuevo sus fuerzas en una gran masa que gritaba de forma ensordecedora sobre las murallas de El Álamo una tercera y última vez, aprovecharon una brecha abierta e irrumpieron en la plaza abierta, matando a los defensores en retirada.

El resultado fue el de cientos de cuerpos esparcidos por el suelo, mientras grupos de soldados mexicanos se abrían paso de un edificio a otro, matando a todos los tejanos que se encontraban. Los muertos de Texas fueron “apilados como leña” en dos o tres piras funerarias y fueron quemados sin darles cristiana sepultura.

Se dice que el fuego ardió durante días y que los restos carbonizados fueron depositados en distintos lugares del campo de batalla. Cuando el cementerio local se llenó de muertos mexicanos, Santa Anna ordenó que los cadáveres restantes se arrojaran en el cercano río San Antonio. Con los años, los restos óseos de los defensores de Álamo han sido descubiertos dentro y fuera de los terrenos de la misión.

Hasta la fecha, la ubicación exacta del lugar de enterramiento de las casi 1000 personas relacionadas con el Álamo a lo largo de su historia, sigue siendo un misterio. Este hecho por sí solo podría ser la razón más importante para explicar los ruidos extraños, las apariciones fantasmales y los puntos fríos.

Antes de la Batalla del Álamo, el suelo que ocupa la mayor parte de lo que hoy es la Plaza del Álamo, se utilizó como cementerio entre los años 1724 y 1793. Alrededor de un millar de personas fueron enterradas allí durante esos años.

Varias semanas después de la batalla, Santa Anna ordenó derribar todo edificio del Álamo, todo lo que quedaba de la antigua misión en pie era la Capilla. Resuelto a llevar a cabo las demandas de Santa Anna, el coronel Sánchez ordenó a sus tropas iniciar el derribo de la iglesia, pero el trabajo se interrumpió cuando seis monjes fantasmales se materializaron en las paredes de la capilla. Los soldados aturdidos miraban en silencio a estos monjes enloquecidos que avanzaban hacia ellos ondeando espadas de fuego sobre sus cabezas a la vez que gritaban la advertencia de “No toquéis las paredes del Álamo”.

El coronel Sánchez y sus hombres deciden retirarse. Es entonces cuando el general Andrade decide ir él mismo con un destacamento para derribar la capilla, será entonces cuando desde su caballo verá alzarse ante él una figura descomunal que portaba en sus manos sendas bolas de fuego. Andrade decidió retirarse también y desde entonces nadie se ha atrevido a dañar ese sagrado lugar. La gente achacó que la figura descomunal era una fusión de la energía espectral de todos los muertos defensores del Álamo que se unieron para proteger la Misión.

En 1894, la ciudad de San Antonio presiona para que la Misión acoja la sede de la policía y la cárcel. No pasaría mucho tiempo hasta que los presos, comenzaran a quejarse de todo tipo de actividad fantasmal allí. Varios artículos impresos en febrero de 1894 y agosto de 1897, parecía confirmar que la actividad paranormal, tenía lugar de forma regular en el Álamo. Varios testimonios afirmaban la visión de un “centinela fantasma” que paseaba de arriba a abajo sobre el techo de la estación de policía.

Las manifestaciones fantasmales, que incluyen sombras misteriosas y gemidos se dice que son tan prominentes que los guardias y vigilantes se niegan a patrullar el edificio después de ciertas horas. Los turistas, los guarda parques y los transeúntes han informado de ver una gran variedad de formas grotescas en forma de hombre que emanan de los muros del propio Álamo durante la noche. Es frecuente también el sonido de gritos, explosiones y las débiles notas de trompeta de “El Degüello”, la llamada en español con la que Santa Anna ordenó el asalto final a la fortaleza del Álamo.

En los jardines junto a la Misión, aparece el espíritu completamente formado de un vaquero chorreando agua, como si se hubiese mojado debido a una gran tormenta. Algunos historiadores dicen que puede ser James Allen, el último mensajero en abandonar el Álamo la noche antes de su batalla final, vagando sin descanso como si tratara de volver al Álamo con su informe.

Otra entidad que hace notar su presencia es la de un defensor del Álamo, que con frecuencia se dedica a sacar la cabeza y los hombros fuera de la ventana rectangular más grande que existe en la parte delantera de la Iglesia. Después de asomarse desaparece tal y como apareció.

Otros han informado de la visión de un alto oficial mejicano, que lentamente va vagando por los campos y edificios de la zona histórica. Con el rostro lleno de dolor, el hombre es visto caminando con las manos cruzadas a la espalda y moviendo lentamente la cabeza. Muchos creen que se trata del General Manuel Fernández de Castrillón, uno de los comandantes del regimiento de Santa Anna. Castrillón fue uno de los pocos oficiales que se opusieron al asalto final sobre el Álamo, afirmando que estaba destinado a ser un “baño de sangre”.

Las historias también hablan de un hombre alto y delgado con un niño pequeño, a los que suele verse en el techo de la Misión del Álamo al amanecer. Según los historiadores, en las últimas horas del asedio, el coronel Juan Andrade y varios oficiales mejicanos, afirmaron estar horrorizados al ver a un hombre con un niño pequeño en sus brazos, saltando al suelo de la parte trasera de la Iglesia del Álamo.

También han podido ser vistos por varios grupos de turistas, dos niños pequeños que aparecen detrás del grupo y que con la misma rapidez con la que aparecen, desaparecen cuando el grupo llega a la sala de la Sacristía. Se cree que pueden ser los hijos del Artillero Anthony Wolfe, los chicos, con edades entre los 9 y 12 años, murieron en el asalto final.

Fuera ya de la ciudad, en la carretera que conduce de Nacogdoches a San Antonio, ha habido decenas de informes de un hombre solitario con ropa del siglo XIX, caminando por la carretera rifle en mano, cuando los transeúntes le preguntan a dónde se dirige, el hombre responde que está tratando de volver al Álamo, a donde pertenece. Muchos especulan que este espectro es el de Luis M. Rose, el “cobarde” del Álamo. Rose fue el único hombre que se negó a unirse a los defensores y optó por escapar del Álamo. Lamentando su huida, al parecer lleno de culpa intenta una y otra vez regresar a la batalla para recuperar su honor.

Tanto los visitantes como los guarda parques afirman haber visto a un niño de pelo rubio, de entre los 10 y 12 años, mirando hacia fuera por una de las altas e inaccesibles ventanas de la tienda de regalos. El niño sólo es visible desde la cintura para arriba y nunca se ha convertido en una aparición de cuerpo entero. El misterio acerca de quién es este niño se complica si tenemos en cuenta el hecho de que la tienda de regalos no se construyó hasta la década de 1930.

Uno de los fantasmas más interesantes es el de John Wayne. Como director y actor de la película “El Álamo”, Wayne visitó personalmente el Álamo.  Poco después de su muerte, el fantasma de Wayne fue observado en el Álamo, caminando por el terreno.

En varias ocasiones los guarda parques han observado una figura transparente vestida de piel de ante y un rifle de chispa, haciendo guardia cerca de la capilla. Este se cree que es el espíritu del mismísimo David Crocket.

Otras personas, que han visto el fantasma describen al soldado con una gorra de piel de mapache, camisa y mocasines de piel de ante. Una noche, un guardia entró en el cuartel y observó apoyado contra una pared un hombre, vestido con ropa de piel de ante típicamente usados por los fronterizos en la década de 1800. El pecho del hombre había sido acribillado a balazos. Antes de que el guardabosques pudiera reaccionar, los espíritus de varios soldados mexicanos salieron de la oscuridad y rodearon al tejano con sus bayonetas en ristre, los soldados fantasmales se abalanzaron, metiendo sus largos cuchillos a través del cuerpo incorpóreo del angustiado espectro.






 LA CASA DE LA FAMILIA SMURL:

 Calle Chase. Oeste de Pittston, Pennsylvania.

Jack y Janet se conocieron en 1967. Jack era técnico de neuropsiquiatría en la armada y en 1968 la pareja decide casarse. Vivían en Wilkes-Barre, Pennsylvania, pero en 1972 tras el paso del huracán Agnes, la mayor parte de la zona había quedado inundada y la familia Smurl se vio obligada a trasladarse.

Los padres de Jack, John y Mary Smurl, compraron una casa adosada en 1973.

La casa fue construida en 1896 y estaba situada en un barrio tranquilo. John y Mary ocuparon el ala derecha de la casa, mientras que su hijo y nuera junto a sus dos hijos Down y Heatherocuparon el ala izquierda. Los Smurl invirtieron mucho tiempo y dinero para dejar la casa en condiciones, debido a la antigüedad de ésta.

Los primeros signos de actividad paranormal comenzaron en 1974, cuando la televisión se encendió sola y una mancha apareció en la alfombra. Tiempo después las tuberías comenzaron a gotear agua pese a haber sido soldadas por un fontanero en repetidas ocasiones, pero lo más llamativo fueron los profundos arañazos que aparecieron en el marco de la puerta del baño.

Con el paso de los meses la actividad en la casa iba en aumento y en 1975 Jack y la hija mayor fueron testigos de la aparición de gente flotando alrededor de su dormitorio. Se oían pasos de forma continua en las escaleras, los cajones se abrían y cerraban solos, la cisterna del cuarto de baño se descargaba sola, la radio y televisión se encendían solas y las mecedoras vacías se mecían y crujían como si alguien estuviera sentado en ellas. Ha esto había que añadir el olor fétido que empezó a impregnar toda la casa.

En 1985 y con la llegada de las gemelas Shannon y Carin, la familia crecía al mismo ritmo que los fenómenos llevándolos a la desesperación. La casa alcanzaba temperaturas de bajo cero y se oían voces hablando en un tono muy elevado que no pertenecían a nadie de la familia.

Uno de los días en que Janet estaba en el sótano haciendo la colada, oyó que alguien la llamaba por su nombre cuando subió para ver quién la llamaba, pudo comprobar que estaba sola en la casa. Dos días después de este incidente, estando sola en la cocina ésta se quedó helada y apareció un bulto negro sin rostro humano, la aparición caminó a través de la pared y apareció ante Mary Smurl justo en el lado opuesto de la casa.

Desde el interior de las paredes de la casa se podían oír ruidos y arañazos, incluso los vecinos podían escuchar gritos y ruidos extraños procedentes del interior del inmueble cuando ningún miembro de la familia estaba dentro.

Pero lo más terrorífico fueron los ataques físicos de los que comenzaron a ser objeto. Una de las noches a Heather, la hija de 13 años de la familia Smurl, se le cayó a pocos centímetros de su cuerpo el ventilador de techo de su habitación, a punto estuvo de morir. En otra ocasión su hermana Shannon fue empujada por las escaleras por algo invisible y la mismísima Janet fue sacada violentamente de su propia cama y arrastrada fuera de ésta por manos invisibles. Incluso el perro de la familia era objeto de frecuentes ataques.

Desesperados ante la alarmante situación, Janet decide pedir ayuda a los investigadores Ed y Lorraine WarrenEn 1986, los Warren llegaron y comenzaron su investigación acompañados por Rosemary Frow, una enfermera diplomada y además psíquica con la que recorrieron la casa. Rosemary señaló un armario del dormitorio principal como punto de intersección entre el mundo del más allá y nuestro mundo. Según ella, detectaba cuatro entidades malignas en el edificio que habían permanecido en estado latente dentro de este hasta que con la llegada de las gemelas adolescentes habían utilizado la energía de éstas para manifestarse, factor común en casos de poltergeist.

Los Warren intentaron expulsar al demonio provocándolo con música religiosa y por medio de la oración, las reacciones eran cajones que salían disparados y espejos que eran sacudidos violentamente.

La situación se agravó cuando Janet dijo haber sido violada por una fuerza invisible. Es entonces cuando los Warren decide llevar a un sacerdote, al padre Robert Mckenna quien había realizado más de 50 exorcismos en el pasado. Dispuesto a ayudar a los Smurl realizó el antiguo rito romano del exorcismo, pero no consiguió sino enfadar más a la entidad demoníaca.

La familia se encontraba ahora en la segunda etapa de la opresión demoníaca que según los Warren seguía a la primera fase que era la infestación, y era seguida por la posesión y finalmente la muerte. Los ataques continuaron con marcas de mordiscos en los brazos de Janet y Mary Smurl, Carin Smurl cayó gravemente enfermo de una extraña fiebre y estuvo a punto de morir. El padre Mckenna realizó un segundo exorcismo con el mismo resultado que el primero.

Ahora los ataques se producían en el trabajo de Jack e incluso en los viajes de vacaciones de la familia, allí adonde fueran aquello que les acosaba les seguía. Los Smurl deciden probar otra forma de poner fin a su calvario y deciden conceder una entrevista en agosto de 1986 para hacer pública su historia y ver si alguien podría ser capaz de ayudarles. Finalmente, la Diócesis Católica Romana se ofreció a hacerse cargo de la investigación.

La médium Mary Alice Rinkman examinó la casa de los Smurl y confirmó los hallazgos de los Warren, acerca de los cuatro espíritus presentes. Ella identificó a un hombre llamado Pedro, que había asesinado a su esposa y amante y más tarde había sido colgado por una muchedumbre encolerizada. También identificó a una anciana llamada Abigail, a un tercero que describió como un poderoso demonio, pero no pudo dar detalles sobre el cuarto espíritu.

El ahora obispo Mckenna realizó un tercer exorcismo en la casa que tampoco sirvió para echar a las fuerzas existentes. Hundidos y cansados por los acontecimientos, los Smurl se mudaron a otra ciudad con la esperanza de que las entidades no les siguieran y poner fin así a su terrible pesadilla.

Poco después de su mudanza, en 1988, la Iglesia realizó un cuarto exorcismo en la casa ahora ya vacía.  

En 1991 salió una película basada en el libro The haunted, en español a esta película basada en este caso se le conoce con el titulo de la casa de las almas perdidas.

Años más tarde en el año 2000, el inquilino de la antigua casa de los Smurl, fue encontrado muerto en extrañas circunstancias, según se dijo de una aparente sobredosis.




 QUEEN MARY:

El puerto de Long Beach, California.

El “Queen Mary” descansa como museo marítimo y hotel de lujo. Por sus pasillos resuenan 60 años de historia, el horror de la Segunda Guerra Mundial y no exenta de cruentos capítulos. Por sus entrañas, merodean numerosos espíritus que muchos han podido ver, oír e incluso sentir.

El transatlántico es considerado uno de los lugares más encantados de todo el mundo. La construcción empezó en el año 1930 en el astillero de John Brown en Clyde, Escocia. La época de la Depresión paralizó la fabricación entre el 1931 y el 1934. No se finalizaría hasta años más tarde, inaugurándose con su primer viaje el 27 de mayo de 1936.

Durante sus 3 primeros años sirvió de transporte a las personalidades ricas y famosas de la época, Greta Garbo, Clark Gable, Mary Pickford o el mismísimo Winston Churchill, entre muchos otros. Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló en 1939 fue asignado a tareas de transporte de tropas. El navío fue entonces pintado con un tono gris para camuflarlo, lo que le valió el sobrenombre de “el Fantasma Gris”. Al término de la contienda había transportado más de 800.000 soldados y había participado en la invasión del Día D.

En unas maniobras embistió al barco inglés HMS Curacoa. Más de 300 soldados ingleses perdieron la vida en aquel accidente. Cuarenta años después de los hechos, se habilitó el lugar exacto de la colisión, para que un equipo de televisión dejara cámaras grabando. Al comprobar las grabaciones, el audio recogió: voces, gritos y golpes que algunos lo atribuyen a los soldados ingleses del Curacoa.

El 10 de julio de 1966, un bombero llamado John Peddar de 18 años, estaba participando en un ejercicio en el que las puertas estancas se sellaron en el barco. Por desgracia, no pudo salir por la puerta a tiempo y fue aplastado por la fuerza de ésta muriendo en el acto. Tiempo después, se amontonaron los testimonios de tripulantes y viajeros, que dicen haber visto a un hombre joven con barba, vestido de azul, caminando por el pasillo de la sala de máquinas y desapareciendo en la puerta nº 13.

El 13 de agosto 1991, cuando una pareja que estaba participando en un recorrido por el barco y conociendo la historia de John Pedder, el hombre en tono de broma le preguntó: “John Peddar, ¿te gustaría unirte a nosotros?”, mientras él y su esposa riéndose se dirigían a través de la puerta estanca y subían las escaleras, casi de inmediato tuvieron la sensación de que no estaban solos. Se volvieron a mirar hacia atrás en la puerta y el hombre sintió algo húmedo en su rostro. La mujer vio entonces que su marido tenía grasa en la cara en el lugar en el que algo le había rozado antes, pero a día de hoy es muy poco probable que un turista pueda entrar en contacto con la grasa. Lo que, es más, ninguno de ellos tenía grasa en las manos o en cualquier otro lugar de su cuerpo.

Ellos creen que el fantasma de John Peddar decidió aceptar la oferta de unirse a ellos.

Otra de estas experiencias la vivió un guarda de seguridad y su perro. Era de noche y estaban haciendo la rutinaria ronda. Empezaron a recorrer el pasillo, pero al llegar justo a la puerta nº 13, el perro tuvo una reacción extraña. Se negó a avanzar por el pasillo. Tuvo síntomas evidentes de miedo. Pero allí no había nadie. Mientras el guarda intentaba tranquilizar al perro, noto como un ruido metálico. El ruido cada vez era más fuerte y avanzaba hacia ellos a gran velocidad. Fueron presas del pánico y huyeron del lugar a toda prisa.

Otra de las experiencias la tuvo una guía turística. Ella avanzaba por el pasillo cuando tuvo la típica sensación de ser observada por alguien. Al girarse pudo ver como una figura se desvanecía delante de sus propios ojos. Inmediatamente, notificó lo sucedido. La descripción que realizó coincidía con los rasgos de John PedderSe le mostró un conjunto de fotos para ver si podía identificarlo. De entre toda la muestra, identificó la foto de John Pedder.

En 1967 el barco fue vendido a la ciudad de Long Beach por 3,45 millones de dólares. El 9 de diciembre de ese mismo año el emblemático transatlántico zarpó por última vez, para viajar a la que sería su morada final.

El 18 de junio de 2001 la NBC se hizo eco del primer viaje interactivo por el popular barco para mostrar los fantasmas y leyendas que pueblan sus rincones. 

En uno de los numerosos viajes que realizó por el Atlántico, una mujer dio a luz. El bebé, que los padres decidieron llamar Leigh Travers Smith, fue llevado a la guardería infantil de 3ª clase. Pero algo no fue bien y a las pocas horas de su nacimiento murió. Existen testimonios que aseguran haber escuchado, durante la noche, el llanto de un bebé procedente de la guardería.  

El Salón de la Reina es un salón de primera clase donde hay numerosas experiencias  paranormales. En una de las visitas guiadas, una niña que iba con sus padres, afirmó que veía a una mujer. Pero lo cierto es que nadie más la vio, excepto la niña. Ella no dejó de señalarla con él dedo diciendo: “está ahí”. La niña describió a la enigmática visión como una mujer joven y guapa. Lo que ninguno de aquellos turistas imaginó, es que hay informes que recogen testimonios de tripulantes y viajeros, que aseguran haber visto en este salón, a una mujer joven, muy hermosa y vestida de traje de noche blanco, reluciente. Hay quien afirma, que la ha visto bailar entre las sombras del salón. Son tan numerosos sus apariciones, a lo largo de la historia del barco, que le han puesto el apodo de la mujer de blanco.

A lo largo de la historia son numerosos los informes de hechos extraños ocurridos en las habitaciones más lujosas: el sonido del correr del agua de los grifos en mitad de la noche, y comprobar que ningún grifo se abrió; el teléfono sonando a altas horas de la noche, sin que nadie haya realizado la llamada; pasajeros que se quejan que la habitación de al lado hacen mucho ruido y no le dejan descansar, sin embargo, se comprobó que la habitación de al lado no estaba ocupada.

Entre todas, destacan dos; una es que en estas habitaciones de primera clase se ha visto con bastante frecuencia bolas de luces. Bolas muy brillantes avanzando por el aire. Y la otra que, en una reciente visita turística guiada, uno de los turistas, sacó una foto a un espejo de una suite. Al revelarla, comprobó con extrañeza, que en el espejo se reflejaba un hombre extraño. El guía encargado de atender a esta visita, negó rotundamente, que el hombre del espejo fuera parte del grupo de turistas. En un examen minucioso de la fotografía, se compró que tanto el peinado del extraño hombre y sus ropas pertenecían a varias décadas pasadas, concretamente a los años 30.

Las piscinas de primera clase, es de acceso restringido y solo se permiten en él las visitas guiadas. En estas piscinas, es donde más hechos extraños han ocurrido. Son muchos los pasajeros que han comprobado, como aparecen y desaparecen sin explicación racional, señoras con trajes de baños de época caminando por el borde de la piscina; el sonido del chapotear del agua, como si alguien nadase, cuando en el agua no había nadie; a veces, se han visto avanzar estelas, como las se producen al nadar, pero en esas ocasiones nadie nadaba; en otras ocasiones, se vio como avanzaba las huellas mojadas de un pie invisible.

En la piscina de primera clase, se produjeron dos hechos luctuosos. Dos mujeres se ahogaron, una en la década de los 30 y la otra en la de los 60.

Han sido tanto los testigos que aseguran haber vistos hechos sorprendentes, que, en los últimos años, se ha decido instalar una cámara.

Durante la Segunda Gran Guerra, se produjo el asesinato de un cocinero a manos de sus compañeros de abordo. Aún hoy, hay personas que aseguran escuchar los gritos del desdichado cocinero.

El camarote B340 tiene el récord de ser la menos alquilada. Es decir, ha tenido muy pocos huéspedes. Una de las razones puede ser porque en ella se registran continuos fenómenos anómalos. En esta habitación fue asesinada una mujer.




 THE LEFFERTS-LAIDLAW HOUSE:

 136 Clinton Ave. Wallabout, Brooklyn, Nueva York.

Es una villa histórica construida alrededor de 1840.

Después de algunas ventas y recompras, el terreno fue comprado por Rem Lefferts, un comerciante de Brooklyn, y su cuñado John Laidlaw.

Una noche de diciembre de 1878, Edward F. Smith escuchó un golpe en su puerta, pero cuando fue a abrir, no había nadie allí. Al cabo del rato, los golpes se volvieron a oír, mientras que las puertas traseras y ventanas se sacudían violentamente, pero allí no había nadie. El torturador invisible continuó acosando Smith hasta que llamó a la policía.

Mientras los agentes vigilaban la zona, alguien (o algo) arrojó un ladrillo a través de la ventana del comedor, dándole al pobre Smith en la cabeza. A pesar del hecho de que varios agentes estaban de pie justo fuera, nadie vio nada.

El New York Times informó más tarde de los incidentes, y se convirtió en algo así como un punto de peregrinación para los cazadores de fantasmas y los espiritistas.

La casa fue incluida en el registro nacional de lugares históricos en 1985 y en 2019 fue vendida a un diseñador de moda.

30 de agosto de 2021

 THE MERCHANT´S HOUSE:

29 East Fourth Street, entre Lafayette Street y Bowery, Manhattan, Nueva York.

Es la única casa familiar del siglo XIX que se conserva intacta en Nueva York, tanto por dentro como por fuera.

Construida en 1832 por Joseph Brewster, un sombrero y especulador. Más tarde sería comprada por un rico comerciante llamado Seabury Tredwell  y su esposa Eliza Parker Tredwell. Cuando se casaron el tenía 40 años y ella 23. Tuvieron 8 hijos: Elizabeth  en 1821, Horace en 1823, Mary en 1825, Samuel en 1827, Phebe en 1829, Julia en 1833, Sarah en 1835 y Gertrude en 1840.

Seabury Tredwell murió en 1865  y su esposa en 1882. Su hija Sarah se mudó de la casa y residió en  en el Hotel Cadillac en Broadway donde murió en octubre de 1906.

Phebe, Julia y Gertrude vivieron el resto de sus vidas en la casa, después de la muerte de Julia en 1909, Gertrude vivió sola en la casa durante 24 años más, cuando murió en el dormitorio del piso de arriba tenía 93 años, su cadáver descansa en el Henry James Washington Square Park, un parque que antiguamente fue un cementerio. La casa había estado ocupada por la familia Tredwell durante casi 100 años. Para entonces, Gertrude estaba empobrecida, pero dejó uno de los legados más valiosos que se puedan imaginar: la única casa familiar en la ciudad de Nueva York que sobrevivió intacta desde el siglo XIX con muebles originales, artes decorativas y posesiones personales.

Se convirtió en un museo en 1936, fundado por George Chapman, primo lejano de Gertrude. Cuando se abrió al público, el personal, los voluntarios, los visitantes, los vecinos e incluso los transeúntes han informado sobre sucesos extraños e inexplicables, sonidos, avistamientos, olores.

Un trabajador de la restauración vio a una anciana con un vestido de color claro parada en la entrada, luego desapareció.

Un grupo de niños que jugaban fuera de la casa también vieron a una anciana en la puerta de entrada, los vecinos que presenciaron este evento dijeron que era Gertrude.

Desde entonces se ha visto muchas veces, a veces de joven pero la mayoría de anciana, se le ve en la escalera, en el dormitorio donde murió y en la puerta principal.

En 1980 unos turistas tocaron el timbre para entrar, fueron recibidos por una anciana con ropa de época que les dijo que el museo estaba cerrado por el día, pero descubrieron que el museo estaba abierto y que el personal no usa ese tipo de ropa.

En 1999 una ex voluntaria del museo trajo a su novio e hijo para hacer un recorrido por la casa, en el piso de arriba entró sola al dormitorio del señor Tredwell, estaba mirando unas fotos cuando escuchó una voz que decía: mirando a la familia, eh? Luego vio a un anciano parado cerca de ella, era un día de verano y le extrañó ver que llevaba un abrigo de invierno de estilo antiguo, le contó historias de la familia y que conocía al dueño original de la casa. El novio y su hijo entraron en la habitación pero el hombre ya había desaparecido. Más tarde sentada en el salón volvió a ver al mismo hombre y oyó que la puerta principal se abría y se cerraba.

Con el tiempo le comentó al personal del museo lo que había pasado, le mostraron la foto de un joven vestido de graduación, ella les dijo que era el mismo hombre pero más joven, la foto era de Samuel Lenox Tredwell, el hijo menor de la familia fallecido hace mucho tiempo.

A mediados de 1990 tres hombres que visitaron el museo no se quedaron mucho tiempo, el gerente les preguntó si algo andaba mal, les dijeron que un hombre mayor vestido con ropas extrañas les había bloqueado la entrada y les había dicho que deseaba que se fueran. Luego señalaron el retrato de Seabury Tredwell que cuelga en el salón de la casa.