24 de abril de 2022

 STUDLEY PARK HOUSE:

 52 Lodges Road, Narellan, Cumberland, Nueva Gales del sur, Australia.

Fue construida por el señor William Charles Payne en 1889 como regalo para su prometida, pero debido a su afición al juego, contrajo demasiadas deudas como para seguir afrontando el gasto de dicha propiedad, así que se la vendió al propio arquitecto que diseñó la casa, Francis Buckle.

El señor Buckle a los pocos años decidió venderla. No se sentía cómodo, decidió cerrar la venta a favor de un tal doctor Henry Oliver, el director de la escuela secundaria The Camden Grammar School, que pensó que sería un lugar ideal para que sus alumnos pasaran las vacaciones. Estábamos en 1902.

Fue un 15 de octubre de 1909, cuando Ray Blackstone, de 14 años, se fue a nadar a un lago o presa cercano a la casa junto a cinco amigos. Fue una mala idea, porque el muchacho terminó ahogándose. Las autoridades y los familiares decidieron que el cuerpo se quedara en el sótano de Studley Park House, a la espera del entierro. Esta fue la primera tragedia.

Fue durante el año 1919 cuando Studley Park pasa de propietario en propietario sin que nadie dure demasiado viviendo en esta casa. Se dice que es fría y desapacible, que produce tristeza y malestar. Primero la compró el reverendo Charles Herbert Palmer, más tarde, pasó a ser propiedad de un miembro del parlamento de Sídney, William Bede Dalley. Meses después, este político la abandonó para iniciar los trámites de venta a favor de Arthur Gregory, gerente de ventas de la Twentieth Century Fox Australia.

Fue durante este año cuando sucedió algo que nadie pudo explicar. Durante una de esas semanas en que la casa estaba vacía a la espera de la llegada de un nuevo propietario, algún desalmado secuestró a una niña para violarla y asesinarla en el piso superior de la casa. Se llamaba Amelia y tenía ocho años. Nunca pudieron coger al (o los), asesinos.

En 1939,el 23 de septiembre, la tragedia golpeó al señor Arthur Gregory, cuando su hijo pequeño Noel Gregory falleció en la mansión a causa de una peritonitis o apendicitis, a los 13 años. Desde entonces, los fenómenos extraños siempre han dominado la casa, se dice por ejemplo que la presencia más impactante es la una niña, la de Amelia. Muchos la describen con un rostro triste, tan desencajado por el miedo y el dolor que la gente no puede evitar salir corriendo al verla.

En mayo de 1942, el soldado Gordon Spencer Evans, de 22 años, estaba con otros 10 hombres en un barco en la misma presa haciendo maniobras nocturnas, simulando explosiones. Sin embargo, un remo del barco se enredó en el artefacto explosivo y voló a los hombres en el barco. El Ejército bloqueó toda investigación del accidente debido a la censura en tiempo de guerra.

Desde el exterior, es muy frecuente por ejemplo ver luces en el interior de la casa, a veces tan intensas que acaban llamando a los bomberos. Pero nunca encuentran fuego. Solo frío, habitaciones vacías donde se respira la angustia y un desasosiego que nadie puede explicar. A día de hoy, se alza solitaria en medio del campo de golf Camden.

Se dice, que en el 2010 una empresa constructora dejó el trabajo de reconstrucción del techo por no resistir más los fenómenos extraños que allí acontecían. Dos años después, un equipo de bomberos acudió porque se veía fuego en su interior. Sin embargo, cuando entraron no había nada. Ningún incendio, solo una soga colgando del salón principal.

A esta casa acuden numerosos programas de televisión y radio, a menudo para realizar investigaciones en vivo, obteniendo casi siempre escalofriantes psicofonías de voces infantiles pidiendo ayuda. Gimiendo, llorando…

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