28 de agosto de 2021

 EL ÁRBOL DEL DIABLO:

Municipio de Bernards en New Jersey.

Un viejo y siniestro roble en soledad yace sobre una pequeña colina, esta zona del condado de Somerset, era una sede central del Ku Klux Klan de New Jersey, pues bien, en este lugar, precisamente en ese Árbol, colgaban a los afroamericanos que fueron linchados por una turba de justicieros. Algo terrible que duró demasiados años y esto era solamente el principio de la terrorífica leyenda que empaparía las ramas del ‘Árbol del Diablo’.

Entrando ya el siglo XX los hechos de sangre no cesaron, como si el árbol fuera un imán que atraiga lo peor del mundo, se registró el caso de un granjero que vivía en las cercanías, que quebró durante la gran depresión y no podía alimentar a su esposa e hijos. Un día llevó a su familia de picnic, allí los mató y luego se ahorcó en el mismo árbol.

Así, el árbol de New Jersey cargó en sus ramas con más cuerpos humanos muertos que ningún otro árbol, sin mencionar que se celebraron allí rituales satánicos y que el asesino en serie Gerard John Schaefer, un ex policía conocido como “el carnicero de Blind Creek” el cual cometió múltiples crímenes de jóvenes a principios de la década de los años 70, supuestamente violó, mutiló, ahorcó y enterró allí a dos chicas junto al árbol, volviendo días después para cometer actos de necrofilia con los cadáveres.  
No tenía buenas relaciones con su padre porque favorecía siempre a su hermana, en su adolescencia se obsesionó con las bragas de las mujeres y se dedicó a espiar a su vecina, también admitió haber estado en matanzas de animales durante su juventud y cierto gusto por el travestismo para según él evitar el servicio militar en Vietnam.
En 1964 fua a la universidad y se casó, en 1969 se convirtió en maestro, pero fue despedido por comportamiento inapropiado según el director. Después de ser rechazado en el sacerdocio se graduó como patrullero en 1971 a los 25 años.
El 21 de julio de 1972 mientras patrullaba recogió a dos adolescentes, las llevó al bosque y las ató a los arboles donde amenazó con matarlas o venderlas para prostitución, pero recibió una llamada en la radio de la policía así que las dejó abandonadas en el bosque. Las chicas de 17 y 18 años consiguieron soltarse y fueron a la comisaría más cercana que era la estación del propio secuestrador,
El explicó que había hecho un falso secuestro para darles un escarmiento  y aprendieran lo que podía pasar, para evitar irresponsabilidades, su jefe no lo creyó, lo despojaron de su placa y lo acusaron de secuestro y asalto.
Después de pagar una fianza fue puesto en libertad.
2 meses después torturó y asesinó a Susan Lugar y Georgia Jessup de 17 y 16 años. Fue llevado a un tribunal civil por el caso de secuestro de las dos niñas y fue declarado culpable de cargo de asalto agravado por lo que recibió una sentencia de un año.
6 meses después de la desaparición los restos descuartizados y descompuestos de las chicas fueron encontrados. La policía encontró en su casa historias escritas por él llenas de tortura, violación y asesinatos de mujeres. También encontraron objetos personales y joyas de las víctimas y dientes de por lo menos 8 mujeres jóvenes o niñas desaparecidas en los últimos años.
Fue acusado de asesinato en octubre de 1973, recibió dos sentencias de cadena perpetua, al final fueron alrededor de 30 mujeres y niñas.
El 3 de diciembre de 1995 fue encontrado apuñalado en su celda por un compañero Vicente Rivera.

Las personas que han tenido el valor de acercarse al árbol también han contado otros datos desconcertantes. Afirman que una sensación de opresión e intranquilidad se apodera de ellos, como si en el ambiente se respirase una espeso oxigeno cargado de maldad. Además, se comenta que quienes han golpeado el árbol, se han burlado de él o incluso han orinado cerca de su tronco, han experimentado accidentes de tráfico o algún otro suceso nefasto.

La nieve nunca permanece en el suelo debajo del árbol incluso en temporada de invierno extremo. La tierra emana un calor inusual, además  hay roca que la llaman del calor o del diablo porque desprende un calor superior al resto de rocas que hay en el área.

Algunos han dicho que percibieron gritos sin fuente aparente, o que vieron sombras o siluetas merodeando con actitud acechante y escurridiza. Pero lo más sorprendente es la historia del carro negro fantasma, que ha perseguido a algunos después de que entraron en sus coches para alejarse del funesto lugar. Ese coche los persigue, pero siempre desaparece inexplicablemente cuando el coche de las víctimas se aproxima a la carretera principal.

En una oportunidad las autoridades municipales locales decretaron que el árbol fuera derribado, pero los trabajadores encargados de hacer el trabajo no pudieron concluir su tarea. En primer lugar, las sierras eléctricas dejaron de funcionar inexplicablemente cuando los obreros se acercaron al árbol.

Y cuando los mismos trabajadores, intentaron echar abajo el árbol con hachas, las hojas de metal se salieron de los mangos de madera tras los primeros golpes, por lo que finalmente se desistió de intentar talarlo. Desde entonces se asegura que el árbol del diablo tiene impreso el sello de la fatalidad y la muerte, inclusive se protege a sí mismo, mandando mala suerte a quienes se atreven a ponerlo en peligro.

Con respecto al por qué de todos estos inexplicables fenómenos, algunos expertos han asegurado que este árbol absorbió las malévolas energías que se emitieron a su alrededor durante los últimos siglos, especialmente en lo relativo a los linchamientos, asesinatos y suicidios que se registraron a su alrededor.




 LA GRANJA BELL:

A comienzos del siglo XIX, Jhon Bell y su familia abandonaron Carolina del Norte, para mudarse al condado de Robertson, en Tennessee. Compraron una granja que aumentó en extensión con la adquisición de los terrenos contiguos. El primer hecho extraño, sucedido en 1817, fue el hallazgo en los maizales de un animal con cuerpo de perro y cabeza de conejo que huyó velozmente cuando Bell le disparó.

Esa misma noche, durante la cena, la familia escuchó golpes inexplicables en los muros exteriores, que continuaron con mayor intensidad y frecuencia en las noches siguientes.

Parecía que alguien estuviera arañando y golpeando las ventanas.

El suelo de madera crujía bajo el peso de pisadas invisibles, como si alguien, o algo, estuvieran moviéndose por la casa. Una terrorífica presencia apareció en el dormitorio de la hija, Betsy. Le arrebató las mantas y susurró su nombre con una voz que erizó todos los pelos del cuerpo de la joven. La familia intentó convencerse de que estos miedos eran causados por pesadillas terroríficas. Pero ese no era más que el principio.

Los amigos de la familia, James Johnston y Richard Powell, fueron los primeros en saber de estos extraños hechos y en experimentar el fenómeno de primera mano. Unos gritos comenzaron a oírse en la quietud de una escalofriante noche. Al subir corriendo las escaleras, se encontraron a Betsy luchando por su vida mientras era arrastrada violentamente por el suelo por un ser invisible con una fuerza sobrehumana, que le arrancaba el pelo del cuero cabelludo. Suspendida en el aire, Betsy fue abofeteada, golpeada y maltratada, mientras su madre, su padre y sus amigos observaban con horror lo que ocurría, sin poder detener la paliza.

Las noticias se difundieron, hasta que un conocido de la familia, y futuro presidente de EEUU, el General Andrew Jackson, oyó hablar de los espantosos hechos que ocurrían en casa de los Bell. Acompañado por un equipo de hombres de confianza, Jackson llegó a casa de los Bell para conocer personalmente al ente impuro. Y el ente agredió violentamente a Jackson y a sus hombres hasta que se marcharon presas del terror.

Este espeluznante ser atacó a la familia cada noche durante cuatro años. El fenómeno combinaba respiraciones, susurros, crujidos y gritos que iban en aumento hasta convertirse en ataques dignos de la peor pesadilla. Se presentaba repentinamente, los asustaba, los torturaba y luego desaparecía. Hasta la noche siguiente. Con cada brutal ataque, el ente se hacía más fuerte. Al final, les hablaba, se burlaba de ellos y les increpaba.

Desesperados por saber quién era o cuál era el origen de estos maliciosos ensañamientos, buscaron la ayuda. Toda explicación lógica apuntaba a la vecina de los Bell, Kate Batts, una mujer excéntrica, que la mayoría del pueblo consideraba una bruja. Bell y Kate Batts eran más que vecinos. Fueron socios, aunque el negocio de tierras en el que se asociaron salió mal y Kate se quedó con la sensación de haber sido traicionada y engañada.

Delante de mucha gente, Kate maldijo no sólo a John, sino a toda su familia.

Las agresiones se intensificaron. La joven Betsy sufría ataques constantemente mientras dormía, era golpeada, arrastrada y atacada. La familia Bell se encontraba impotente, sin poder librar a su hija de este ser ineludible. Su rendimiento escolar empeoró. Comenzó a ver visiones… Cuando todo acabó, nunca volvió a ser la de antes.

Los ataques eran cada vez más virulentos y empezaron a afectar psicológicamente a John Bell. En un terrible acto de venganza final, el ente asesinó a John el 20 de diciembre de 1820, utilizando una toxina venenosa.

A pesar de haber logrado matar al patriarca, el terrorífico ente no había acabado con la familia Bell. Juró volver siete años más tarde, y así lo hizo.

Tras esta aterrorizante visita, la bruja de Bell prometió volver una vez más, 135 años más tarde…No sólo volvió, sino que esta vez no se marchó. Muchos de los que se acercan a visitar el hogar de los Bell aseguran vivir experiencias escalofriantes y ofrecen pruebas fotográficas de su interacción con el ente.

Betsy se casó con su antiguo maestro de escuela, Richard Powell, y cuando él murió, se mudó a lo que entonces era el condado de Panola, Mississippi, para vivir con otros miembros de la familia Bell que se habían mudado aquí. Cuando murió en 1888, fue enterrada en el solar familiar de esta ladera olvidada.





 LA MANSIÓN WINCHESTER:

San José, California.

La historia de la Casa Winchester comenzó en septiembre de 1839 con el nacimiento de una niña, hija de Leonard y Sarah Pardee de New Haven, Connecticut. El nombre de la niña fue el de su madre, Sarah y al llegar a la madurez, se convirtió en la reina de la ciudad. Al mismo tiempo, en otra familia de New Haven destacaba William Wirt Winchester, hijo de Oliver Winchester, un fabricante de camisas.

En 1857, se hizo cargo de la empresa que fabricó un rifle que usaba un mecanismo de palanca para cargar balas en la recámara. En 1860 desarrollaría el rifle Henry, que se convirtió en el primer rifle de repetición favorito de la Guerra Civil Americana. El dinero empezó a llover y Oliver Winchester pronto amasó una gran fortuna.

El 30 de septiembre de 1862, William Wirt Winchester y Sarah Pardee se casaron en New Haven. Cuatro años más tarde, el 15 de julio de 1866, Sarah dio a luz a una niña llamada Annie Pardee Winchester que moriría el 24 de julio de “marasmo”. Al borde de la locura Sarah tardó más de diez años en recuperarse, pero no volvió a tener más hijos. La tragedia golpeó de nuevo a Sarah al caer su marido gravemente enfermo de tuberculosis pulmonar el 7 de marzo de 1881 y Sarah pasó a ser la heredera de todo su imperio.

Pero su nueva riqueza no aliviaba el dolor que sentía por la pérdida de su hija y su marido. Un amigo le sugirió que hablara con un médium espiritista de su pérdida. En una de las sesiones su marido le dijo que existía una maldición sobre la familia Winchester que les había costado la vida a él y a su hija, una maldición resultado de la creación del terrible rifle creado por la compañía Winchester. Miles de personas habían muerto a causa de él y sus espíritus buscaban venganza. Su marido le dijo que debía de vender todas sus propiedades de New Haven y dirigirse hacia el oeste para empezar una nueva vida. Allí debía de construir una casa para ella y para los espíritus que habían caído bajo el rifle Winchester. Nunca debía de acabar la construcción, pues mientras estuviera construyéndose seguiría con vida, pero si la terminaba acabaría muriendo.

Sarah llegó al Valle de Santa Clara en 1884, con la creencia de que era guiada por la mano de su marido ya fallecido. Encontró y compró una casa de 162 hectáreas perteneciente al doctor Caldwell. Durante los siguientes 36 años construyó y reconstruyó la casa, una sección tras otra. Mantuvo 22 carpinteros las 24 horas del día, los 365 días del año trabajando sin descanso, el sonido de martillos y sierras sonaba de día y de noche.

La casa estaba en rápido crecimiento y expansión y se reunía todas las mañanas con su capataz para trazar los planes del día de la obra. A medida que los años pasaban, las habitaciones se convirtieron en alas enteras, las puertas se unieron a las ventanas y el lugar llegó a tener una altura de siete pisos por lo que se tuvieron que instalar tres ascensores. Había incontables escaleras que no conducían a ninguna parte, 47 chimeneas, armarios que se abrían a paredes en blanco, puertas trampa que no daban a ninguna parte, claraboyas que se encontraban unas sobre otras y decenas de rarezas en la construcción.

También era obvio que Sarah estaba intrigada por el número 13, pues casi todas las ventanas tenían 13 hojas de vidrio, las paredes llevaban 13 paneles, el invernadero constaba de 13 cúpulas, muchos de los suelos de madera contenían 13 secciones y habitaciones con 13 ventanas.

El suceso más trágico ocurrió dentro de la casa cuando el gran terremoto de San Francisco de 1906 derribó los tres primeros pisos de la casa sobre los jardines y nunca se reconstruyó. Además, la chimenea que se encontraba en la “habitación Daisy” (donde la señora Winchester estaba durmiendo la noche del terremoto) se derrumbó, dejando encerrada a Sarah dentro de la habitación. Ella pensó que el terremoto había sido una señal de los espíritus que estaban furiosos por haber acabado la casa, de ahí que decidiera continuar con los trabajos de reparación.

Así la expansión de la casa comenzó una vez más. El número de habitaciones se incrementó de nuevo hasta 25 y se volvieron a instalar chimeneas por todo el lugar. En una nota relacionada, se documentó que sólo 2 espejos fueron instalados en la casa, Sarah creía que los fantasmas tenían miedo de su propio reflejo. Al final constaría de 160 cuartos, 6 cocinas, 52 tragaluces y 4 pisos amén de un par de salones de baile, uno de ellos sin acabar, convierten a esta casa en toda una curiosidad desde un punto de vista meramente arquitectónico.

El 4 de septiembre de 1922, después de una sesión de espiritismo, Sarah fue a su habitación para dormir y en algún momento de la madrugada murió mientras dormía a la edad de 83 años. Dejó todos sus bienes a su sobrina Frances Marriot, que se había hecho cargo de la mayor parte de los negocios de la familia. Pero el patrimonio de Sarah se había mermado considerablemente.  

El mobiliario, objetos personales y los materiales de construcción excedentes, fueron retirados de la casa y ésta fue vendida a un grupo de inversionistas que planeaba utilizarla como atracción turística. Hoy en día la casa ha sido declarada patrimonio Histórico de California y está inscrita en el Servicio de Parques Nacionales como “una singular vivienda con un número no determinado de habitaciones”.

Algunos todavía creen que en ella moran unos cuantos fantasmas. Expertos en lo paranormal que han acudido a la casa han salido, convencidos de que es así. Los hay que han visto luces extrañas o los que han oído ruidos sospechosos. Según una espiritista local, uno de sus causantes es Clyde, el espíritu que daba instrucciones a Sarah cada noche durante sus sesiones de espiritismo para continuar las obras al día siguiente. Sarah le pidió que se quedara para cuidar de la casa y Clyde aceptó. Contento con su promesa, Clyde vuelve de tanto en tanto para recordar los tiempos felices junto a Sarah y la maravillosa música de su piano.




 EL EDIFICIO DAKOTA:

El edificio Dakota, construido entre el 25 de octubre de 1880 y el 27 de octubre de 1884 es un bloque de apartamentos localizado en la esquina noroeste de la calle 72 y el Central Park West en la ciudad de Nueva York, en Manhattan.

La firma de arquitectos de Henry Janeway Hardenbergh fue contratada para realizar el diseño para Edward Clark, director de la Singer Sewing Machine Company.

Originalmente, el Dakota tenía 65 apartamentos de 4 a 20 habitaciones, ninguno igual. En el medio del edificio hay escaleras y ascensores para el servicio doméstico, las comidas pueden ser enviadas a los apartamentos por ascensores especiales. La electricidad era generada por una pequeña estación eléctrica, y tiene calefacción central.

Además de las habitaciones del servicio, en la buhardilla había una zona de juegos y un gimnasio.(En años posteriores estas zonas fueron reconvertidas en apartamentos debido a problemas financieros.) El Dakota también contiene un jardín y un campo de croquet privado y una pista de tenis, todo detrás del edificio entre las calles 72 y 73.

El edificio tuvo un gran “éxito social” desde sus comienzos, puesto que todos los apartamentos fueron alquilados antes de que se inaugurara el mismo. Los precios de estos apartamentos de lujo se dispararon y en poco tiempo fueron ocupados por una gran lista de personajes famosos, como Judy Garland, Boris Karloff, Leonard Bernstein y Lauren Bacall. También ha sido residencia de famosos cantantes como John Lennon, Jennifer López, Marc Anthony, Bono, Sting, Paul Simon.

Sin embargo, el hecho que marcó la historia del Dakota se concretó el 8 de diciembre de 1980. Ese día, Mark Chapman asesinó de 4 disparos por la espalda a Lennon provocándole la muerte frente a su novia Yoko Ono, ella continúa viviendo en el séptimo piso de estos apartamentos. En la entrada del Dakota hay un par de antorchas que están permanentemente encendidas en memoria John Lennon.

A principios del siglo XX estuvo viviendo en el edificio el famoso mago negro Aleister Crowley.

Éste, considerado uno de los hombres más perversos del mundo, llevó a cabo varios rituales de magia negra dentro del edificio. Por la misma época estuvo viviendo el actor de cine de terror Boris Karloff, el cual participó en impresionantes veladas de espiritismo. Se dice que cuando murió Karloff hubo fenómenos de poltergeist y se manifestó en el lugar mediante presencia fantasmal, que fue vista y oída por diversos inquilinos que huyeron despavoridos del edificio.

También se dice que el sumo sacerdote de la brujería Wicca inglesa, Gerald Brossau Gardner, se alojó en este edificio cuando visitó Nueva York. En él celebró rituales mágicos invocadores de las potencias ocultas de la naturaleza.

Durante el rodaje de la” semilla del diablo”, y a pesar que en el lugar solo se rodaron los exteriores, en el edificio Dakota tuvieron lugar todo tipo de extraños accidentes que diezmaron al equipo.

En este edificio se produjo el desequilibrio nervioso de la actriz protagonista Mia Farrow  y la ruptura de esta con Frank Sinatra. La película convirtió al Dakota en foco de atención al desvelarse por la prensa las connotaciones mágicas y ocultas que el edificio poseía.

Diversos grupos de practicantes de la magia negra y de sectas satánicas se congregaron ante el edificio Dakota para amenazar a Polanski y su equipo e impedir que la película se llevara a cabo.

Entre estos personajes se encontraba el tristemente célebre Charles Manson, el hombre que tiempo después y con varios miembros de su secta se encargaron de convertir en realidad las amenazas. En 1969 llevaron a cabo la matanza de Cielo Drive, en Hollywood, donde asesinaron a un grupo de personas, entre ellas a la actriz Sharon Tate, esposa de Polanski y a su bebe no nato atravesados por un tenedor.

Tétricos espectros de niños pequeños han sido vistos jugando en sus pasillos para poco después desaparecer sin dejar rastro. Lo mismo ocurre con las almas en pena de celebridades que habitaron el complejo, como su arquitecto Edward Clark, el actor Robert Ryan e incluso el propio Lennon, quien supuestamente se aparece tanto en el Dakota como en el monumento memorial de Strawberry Fields situado a pocos pasos de distancia.






 LA CASA MUSEO DE EDGAR ALLAN POE:

1809 Boston, EEUU- 1849, Baltimore, EEUU. Poeta, cuentista y crítico estadounidense. En 1832 contrajo matrimonio con su jovencísima prima Virginia Clemque contaba sólo catorce años de edad. La larga enfermedad de su esposa convirtió su matrimonio en una experiencia amarga; cuando ella murió en 1847, se agravó su tendencia al alcoholismo y al consumo de drogas, según testimonio de sus contemporáneos. Ambas fueron, con toda probabilidad, la causa de su muerte.

Poe fue encontrado casi inconsciente tirado en una cuneta en el este de Lombard Street. Fue llevado a un hospital mientras temblaba y gritaba el nombre de Reynolds” del cual nadie sabía nada. Murió el 7 de octubre de 1849.

El pequeño edificio donde Poe vivió con su abuela María Poe, tía y prima Virginia Clemm, está en el número 203 de Amity Street (originalmente el 3) del Norte, en Baltimore, Maryland. Edgar vivió en esta pequeña casa de ladrillo durante dos años, desde 1833 hasta 1835 y fue mientras vivía aquí cuando comenzó a cortejar a su futura esposa, su prima Virginia.

La casa consta de cinco habitaciones, una cocina, una puerta de entrada y tres dormitorios. La habitación de Poe estaba en el ático. Es de destacar la ausencia de baños en la casa. Esta casa es hoy día propiedad de la ciudad y se ha abierto como museo.

La casa fue construida en 1830 y hoy día se ha hecho famosa además por ser el museo de Poe, por los fenómenos y actividad paranormal que en ella sienten algunas personas que la visitan. Sin embargo, de todos los posibles fantasmas que residen en la casa, Poe no es ninguno de ellos sino el de una corpulenta mujer de pelo gris y ropa de principios de 1800.

Muchas personas en la casa se han sentido como si hubieran sido tocados físicamente sólo para descubrir que no hay nadie. Voces para la que no hay una explicación, también se han escuchado en el museo. Puertas y ventanas que se abren y se cierran, el sonido de pasos golpes a menudo se puede escuchar a través de varios lugares de esta estructura.

Muchos se han sentido, el frío o una brisa fría, incluso en el más cálido día en Baltimore.

Durante los disturbios de 1968 después del asesinato de Martin Luther King Junior, se fue la luz en todo el barrio.

Sin embargo, extrañas luces parpadeantes se veían en la casa de Poe a lo largo de toda la noche.

El cementerio en donde fue enterrado Poe está en Baltimore y se llama el Antiguo Cementerio Occidental. La Iglesia Presbiteriana que en él se halla, la “Wetmister Hall”, fue construida sobre una gran parte del cementerio. La zona en la que está enterrado Poe es todavía accesible, pero el resto del cementerio se reduce a las catacumbas que existen bajo la Iglesia. Es por este lugar precisamente, por donde se dice gustan de caminar los fantasmas.

Parte de estos misterios recae también en un hombre que visita el cementerio desde hace más de cincuenta años.  Cada 19 de enero fecha del nacimiento de Poe, vestido completamente de negro, incluyendo un sombrero de fieltro negro y pañuelo del mismo color para ocultar su rostro, lleva un bastón y después de estar durante un tiempo delante de la tumba de Poe, deja en ella una botella de coñac y tres rosas rojas. Un año, sin embargo, además del coñac y las tres rosas, el misterioso visitante dejó una nota en la que decía “Edgar, no te he olvidado”.

La identidad de este individuo sigue a día de hoy siendo un enigma. Las rosas y el coñac han sido llevadas al cementerio en enero de cada año desde 1949 y a día de hoy no hay ninguna pista acerca del origen o significado de estas ofrendas. Unos hablan de un hombre de cabello blanco mientras que otros le describen con el pelo negro.

Lo más lógico es pensar que el hombre de pelo negro sea el hijo de la persona que inició este ritual.

Un buen amigo y vecino de la casa de Poe, invitó a 70 personas en 1983 el día del cumpleaños de Poe ante la tumba de éste para celebrar su nacimiento. Una hora después de medianoche, los invitados se sorprendieron al ver correr a un hombre por el cementerio con levita negra. Era rubio y llevaba bastón, todos pudieron ver cómo desaparecía tras los muros del cementerio. Al girarse y mirar la lápida de Poe, encontraron como de costumbre la botella de coñac y las tres rosas rojas.

Algunos dijeron que la muerte de Poe fue causada por el alcoholismo, y otros del estado psicótico en que se encontraba. Los más atrevidos postulan que podría haber sido drogado y asesinado, ya que la ropa y el bastón que llevaba no eran suyos. Tal vez el hecho de que su muerte permanezca sin explicación, es la razón por la cual el fantasma de Poe sigue en el Antiguo Cementerio Occidental.




 BOSQUE MALDITO DE BLACK HILLS:

El Bosque de Forest Hills está situado en las afueras de Burkittsville, Maryland en el Condado de Frederick. El bosque tiene una superficie de más de 5.066 kilómetros cuadrados.

La mayoría de la gente conoce la película “El proyecto de la Bruja de Blair”, sin embargo, pocos conocen la verdadera historia encantada de Burkittsville donde se creó la película.

La ciudad comenzó como “Dawson’s” en 1741.  En el 1790, Josué Harley y Burkitt Henry llegaron a la zona. Desde el principio, competían por el control y el nombre del pueblo. La competición concluyó en 1824 cuando Harley bautizó Correos como “Post Harley de la Nación.” Sin embargo, con la muerte de Josué Harley en 1828 Burkitt tuvo la última palabra, llamó a la ciudad Burkittsville antes de que él también muriera en 1836.

Ya en 1735, cerca de allí Middletown fue colonizada por inmigrantes alemanes. Según las leyendas la comunidad estaba aterrorizada por un monstruo llamado Schnellegeister. La palabra significa “espíritu rápido o fantasma” en alemán, pero los vecinos lo apodaron el “Snallygaster”.

Sea cual sea su nombre, su reputación mezcla las características de aves y medio sirena con las características de pesadilla de los demonios y vampiros. El Snallygaster fue descrito como mitad reptil con extremidades del pulpo, y mitad ave con un pico metálico forrado con-dientes afilados, que podía volar. Solía recoger a sus víctimas y llevárselas volando. Los primeros relatos afirman que este monstruo chupaba la sangre de sus víctimas.

Otro asentamiento alemán del siglo 18, Zittlestown, siete millas al norte de Burkittsville, también estuvo plagado de acontecimientos sobrenaturales. Al igual que en Middletown, los residentes temían a un animal grande y feroz.

Sin embargo, la mayoría de los fantasmas de Burkittsville son de los hombres que perdieron la vida en la Guerra Civil. Las apariciones están casi siempre garantizadas en cualquier lugar en donde ha habido batallas, sufrimiento, y tumbas donde a los muertos no se les permite descansar. En 1862, heridos y moribundos soldados de la Guerra Civil en esta zona se ubicaron en 17 hospitales improvisados. Algunos de los “hospitales” eran en realidad las casas e incluso la curtiduría. Las voces de los fantasmas siguen siendo escuchadas por toda la ciudad, pero la curtiduría es particularmente significativa. La curtiduría fue derribada, pero cualquier persona que estaciona su coche allí durante la noche puede encontrar el vehículo marcado con huellas de “botas de soldados”, donde el coche fue pateado o pisoteado por los fantasmas de los hombres marchando.

Pero hay otros fantasmas en la zona. La leyenda cuenta que con la retirada del ejército confederado éste pagó a un hombre llamado Wise para enterrar los cuerpos de 50 hombres que allí perecieron. Este hombre aceptó el dinero y en vez de enterrarlos arrojó los cuerpos en un pozo abandonado. Poco después, Wise comenzó a ver el fantasma del sargento Jim Tabbs de Virginia, que se quejó al Sr. Wise de lo incómodo del lugar en el que estaba. Wise volvió a la fosa común y descubrió que uno de los cuerpos asomaba por la parte superior del pozo boca abajo. Tal vez los espíritus de estos hombres revelaron la verdad a los funcionarios locales. Sea cual sea la causa, las autoridades obligaron a Wise a enterrar adecuadamente a los 50 soldados que habían quedado a su cuidado.

Muchos otros soldados confederados se quedaron atrás, el pueblo reconoció que había que hacer algo por los muertos, por lo que los enterraron en tumbas poco profundas. Los residentes locales esperaban que, una vez que cesaran los combates, las tropas volverían a enterrar a los hombres correctamente. Cuando terminaron los combates, nadie volvió a reclamar los cuerpos de estos hombres. Finalmente, la mayoría – y quizás todos – los cuerpos enterrados temporalmente en la sección anterior del Cementerio de la Unión en Burkittsville, fueron exhumados en 1868 y vueltos a enterrar en el cementerio de la Confederación de Washington.

Se han producido sucesos extraños y fantasmales en las proximidades de las tumbas poco profundas. Muchas noches, desde entonces, se ven luces misteriosas que aparecen en los campos abiertos cercanos, y ciertos puntos de la montaña.

El Domingo 14 de septiembre 1862, tanto los soldados de la Unión como los soldados de la Confederación se esperan para sorprenderse con un ataque. Sera conocido más tarde como la Batalla por la brecha Crampton, pero la ubicación entonces se llamaba “Spook Hill.” Los soldados de la Unión llevaban rifles, pero los de la Confederación, empujaban los cañones hacia arriba cuando comenzaron los enfrentamientos. El primer ejército de la Unión tuvo un éxito abrumador en la batalla.

Muchos soldados de la Confederación murieron luchando con los cañones pesados. Sus  espíritus son los “fantasmas” de Spook Hill. El sitio de esta batalla se encuentra cerca de Gathland Park. Si se deja el coche en Spook Hill y lo pones en punto muerto, se puede sentir como el vehículo es empujado por las manos espectrales de las tropas de la Confederación.  

Existe una leyenda de “La bruja de Blair”, una macabra historia que comenzó en febrero de 1785, en el antiguo pueblo de Blair (Burkittsville). Según relatan algunas crónicas, en el pueblo una misteriosa anciana llamada Elly  Kedward se ganó la animadversión de los vecinos luego de que, valiéndose de varios engaños, llevara a varios niños del lugar a su casa para extraerles sangre, supuestamente para usarla en ceremonias de magia negra.

Cuando los menores relataron lo sucedido a sus padres, y les enseñaron las heridas que les había infligido la anciana, los ciudadanos acusaron a Elly Kedward de brujería y, de acuerdo con las leyes locales, la terminaron expulsando del pueblo.

La supuesta bruja fue atada a una carretilla y abandonada a su suerte en medio del profundo bosque de Black Hills, durante un invierno especialmente duro. Dando por hecho que la malévola anciana había muerto de frío o de inanición, los habitantes de Blair volvieron a su rutina, en un ambiente de aparente calma. Sin embargo, en noviembre de 1786, la primera noche que nevó, la hija del magistrado de la ciudad –el mismo que había condenado a Elly Kedward- desapareció misteriosamente. Una semana más tarde, fue el mismo magistrado el que también desapareció. Cuando finalizó el invierno, casi la mitad de los niños del pueblo y prácticamente todos los acusadores de la presunta bruja habían desaparecido sin dejar el más mínimo rastro. Sospechando que Elly Kedward era la responsable de las desapariciones, y temiendo ser víctimas de la maldición, el resto de los ciudadanos de Blair huyeron aterrorizados del pueblo en cuanto mejoró el tiempo, jurando no volver a pronunciar jamás el nombre maldito de la bruja.

En 1809, apareció un libro llamado "Blair Witch Cult", o sea, "El culto a la bruja de Blair", un libro que se dice fue escrito por la misma bruja, Elly Kedward. Se exhibía en el Museo de la Sociedad Histórica de Maryland en Baltimore en 1991. Desde entonces, ha sido devuelta a una colección privada.

En enero de 1824 se fundaría el poblado de Burkittsville en el antiguo pueblo de Blair. Si bien ninguno de los fundadores parecía conocer la historia original de la maldición del pueblo de Blair, al año siguiente varios vecinos aseguraron que habían visto asomándose del Tappy East, el río que cruza la localidad, una mano de una mujer extremadamente pálida. El resto de los pobladores, cuando acudieron al torrente a investigar la denuncia, debieron lamentar la desaparición de Eilleen Treacle, una niña de 10 años que se sumergió en el río y jamás volvió a salir de él.  

En 1866 la que desapareció fue una niña de 8 años de edad, por lo que se enviaron varias partidas de rescate en su búsqueda. Si bien la menor terminó regresando por sus propios medios a su casa, una de las partidas de rescate no volvió a aparecer. Semanas más tarde los cuerpos de los rescatistas fueron encontrados en Coffin Rock, en el temido bosque de Black Hills. Los cuerpos no sólo estaban colocados en forma de pentágono y atados entre sí de pies y manos, sino que también estaban completamente destripados.

Entre 1940 y 1941 la localidad de Burkittsville volvería a ser escenario de otros hechos luctuosos. 7 niños desaparecieron en las inmediaciones del pueblo, Rustin Parr, un ermitaño que vivía en una ruinosa cabaña en las afueras del pueblo, fue el primer sospechoso detenido por la policía, había sido arrestado en el mercado mientras gritaba una y otra vez la frase “por fin he terminado”.

La policía, tras examinar la casa de Parrdescubrió los cadáveres de los siete niños desaparecidos enterrados en siete pequeñas tumbas situadas detrás de la vivienda. Al exhumar los cadáveres, los agentes descubrieron que varios de los cuerpos de los niños estaban destripados y habían formado parte, al parecer, de un ritual diabólico. 
También descubrieron a un octavo niño desaparecido, Kyle Brody, que estaba traumatizado, parado en la esquina del sótano. Fue el testimonio de Kyle en la corte lo que ayudó a condenar a Rustin Parr por el asesinato de los siete niños.
Parr fue acusado de inmediato de los crímenes de los menores, condenado a la horca y ejecutado. Antes de morir se justificó a sí mismo asegurando que una voz en su mente -la de una malévola anciana- le había ordenado matar a los niños. Su casa fue quemada hasta los cimientos.
Uno tiene que imaginar por qué el octavo niño desaparecido, Kyle Brody, se salvó de ser asesinado. ¿Podría este niño haber estado involucrado en los asesinatos? Ninguno de los siete niños se conocían, excepto Kyle, que los conocía a todos. Cuando Kyle creció, tenía un historial de conducta delictiva y estaba internado en el Instituto Estatal de Maryland para Criminales Dementes en Baltimore, donde pasó mucho tiempo durante las décadas de 1950 y 1960.

Los hechos anteriormente descritos, habrían sido los que inspiraron el argumento de la película “El proyecto de la Bruja de Blair” de 1999.